El presidente demócrata, Joe Biden, y su inminente rival republicano para las elecciones de noviembre, Donald Trump, realizaron visitas paralelas a la frontera de Estados Unidos-México, mientras buscan respaldo popular en uno de los temas más álgidos de la campaña electoral: migración.
Esta especie de duelo en Texas se produce cuando un número récord de cruces de migrantes por pasos no autorizados hacia Estados Unidos crea una gran amenaza para las posibilidades de Biden de impedir el regreso de Trump al poder.
El republicano Trump, de 77 años, aterrizó en Eagle Pass, Texas, y minutos después el actual demócrata Biden, de 81 años, llegó a Brownsville, Texas, a unas 300 millas (480 kilómetros) al este.
Las visitas, a menos de ocho meses que los estadounidenses vayan a las urnas, resaltan lo mucho que está en juego en la cuestión fronteriza, principalmente para Biden.
Las visitas ocurren cuando este jueves un juez bloqueó temporalmente una ley de Texas promovida por Abbott, que permitía desde marzo la detención, prisión o expulsión de migrantes que hayan cruzado la frontera por pasos no autorizados y que permanezcan en el estado.