Ahora que el Presidente se dará tiempo de recorrer el país, bien haría en echarle un ojo a lo que pasa en las aduanas, en donde aparentemente no han visto su pañuelo blanco que indica el fin de la corrupción.
Empresarios que deben pasar por los trámites que se hacen en la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), se quejan de que la corrupción no ha cesado pese a que, hasta el propio secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Cresencio Sandoval González, lo reconoció e incluso identificó a quienes eran los responsables de los moches en las aduanas.
El 22 de agosto del 2022, el secretario de la Defensa envió al director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Audomaro Martínez Zapata, un oficio confidencial en el que le señalaba los nombres de quienes, según una investigación de la Sedena, se benefician de los actos de corrupción detectados.
El oficio fue publicado por la revista Contralínea, y en el, el secretario de la Defensa señaló a Juan Carlos Madero Larios, administrador de Operación Aduanera, como responsable de recibir recursos “externos’’ producto de posibles actos de corrupción.
También señaló el nombre de Álvaro Alejandro Hernández Sierra, director general de Evaluación “en contubernio con el Ing. César Reyna Carrillo, director general de Tecnologías de la Información (de la ANAM) y con la colaboración del Lic. Leonel Arturo Escalona González manipulan el sistema de parametrización para presuntamente realizar actos de extorsión a los Agentes Aduanales’’.
En el oficio, el general Cresencio Sandoval pedía al director del CNI, “se realicen las acciones legales procedentes para evitar que evadan la acción de la justicia o quede en la impunidad la actuación de dichos servidores públicos’’.
¿Qué pasó después?
Aparentemente nada.
Los empresarios señalan que Reyna Carrillo sigue teniendo el control de las aduanas de Tijuana y Ciudad Juárez, dos de las más importantes del país, aunque ya no se encuentre oficialmente en la ANAM.
En las fechas en las que se realizó la investigación de la Sedena que motivó el envío del memorándum al director del CNI, el director de la ANAM era Horacio Duarte, hoy flamante secretario general de Gobierno del Estado de México.
¿Por qué Duarte no los despidió y puso a disposición de las autoridades?
El tema es que mientras las aduanas sigan arrastrando el lastre de la corrupción el país estará muy lejos de ganarse la confianza de los inversionistas pues se socava flagrantemente el Estado de derecho.
Al parecer el CNI y la Sedena no han cerrado la investigación en torno a las actividades de estos exfuncionarios, pero mientras son peras o manzanas, siguen operando, de acuerdo con los quejosos.
¿A qué santo estarán encomendados?
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Uno de los renglones más importantes que deberá cubrir el INE en la próxima elección es la comunicación, no solo hacia dentro sino hacía todo el país que estará pendiente de lo que surja, en materia informativa, el 2 de junio.
Pero tal parece que a la presidenta, Guadalupe Taddei, al jefe de la Oficina de la presidencia, Flavio Cienfuegos, y a José Luis Arévalo Romo, director de información, no les ha caído el veinte o les vale.
Desde que asumió la presidencia del INE, Taddei no ha dado con quién pueda manejar eficientemente la información del Instituto; quienes ahora detentan la responsabilidad de la comunicación institucional no tienen la experiencia que demanda el cargo.
La improvisación ya le ha pasado costos elevados no solo a la imagen del INE sino de la propia presidenta y, en el peor de los casos, también la población en general la podría pagar el 2 de junio.
Aguas.
@adriantrejo