Durante las pláticas entre colonos, en los hogares, el trabajo, escenarios políticos y las campañas electorales en la Ciudad de México la frase: “Día Cero” sin agua cobra más fuerza, acapara la preocupación o atención porque los hechos demuestran que es una realidad y no se trata de un mito como lo aseguraron desde el Gobierno federal y local.
A diario, decenasde habitantes,comerciantes,académicos, especialistas y hasta funcionarios públicos manifiestan o escuchan los reclamos sobre el desabasto y la urgencia de comprar pipas con el líquido para enfrentar la problemática .
Para Juan Carlos Valencia, catedrático de la Maestría Hídrica de la UNAM quien tiene más de tres décadas de laborar en dependencias como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el “Día Cero” llegó, porque miles de familias y establecimientos mercantiles no tienen este recurso natural.
Ante esa situación, 24 HORAS realizó entrevistas con diversos sectores para conocer la problemática por la falta de agua.
Entre ellos, Juan Carlos Valencia catedrático de la UNAM alertó que el problema debe tratarse de inmediato con voluntad política, una cultura del ahorro entre la población, cobro de tarifas justas para los mayores consumidores e inversiones de los gobiernos que vayan de los 80 a 130 mil millones de pesos anuales.
Consideró que el tiempo se agotó, hay una problemática que no fue tratada por las autoridades, lo cual se agravó porque el 2023 fue el año más caluroso, el Sistema Cutzamala bajó el nivel de almacenamiento de sus presas al 37.59 por ciento, a casi 295 millones de metros cúbicos.
Ante este panorama, el presidente del Consejo Consultivo del Agua (CCA), Raúl Rodríguez, dijo que en México se requiere una declaratoria de emergencia para enfrentar el desabasto de agua y atender problemas como las fugas que representan alrededor del 50 por ciento de la pérdida del líquido en el Valle de México, señaló en entrevista.
Vivir sin agua
Itzel quien es administradora de varios edificios en la colonia del Valle, en la alcaldía Benito Juárez, reveló que en calle de Elefante varios inmuebles no tienen suministro de agua y deben recurrir a la compra de pipas.
Dichas unidades, que portan la leyenda de la alcaldía y deben ser gratuitas, cobran a los colonos 900 pesos para surtir en un día 10 mil litros; “los conductores llenan las cisternas por la madrugada; esto genera dudas entre los vecinos porque el servicio no se debe cobrar”.
A pesar de que estos colonos no tienen cuentan con el líquido, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México no les condona los pagos de febrero, “semanalmente los habitantes deben pagar entre 186 a 300 pesos, dependiendo del número de habitantes”.
En la alcaldía Coyoacán, Ricardo Martinez Olvera cuenta que desde que inició el
2024 su familia no ha contado con el servicio de agua, por lo que han tenido que
solicitar pipas al Gobierno, que aunque son gratuitas demoran en llegar de 15 a 20
días.
“Todo lo que va del año ha sido complicado, buscamos maneras de reutilizar el agua y ahorrarla, porque no nos está cayendo agua. Las pipas de la alcaldía demoran en llegar, hemos tenido que contratar privadas que nos cobran desde mil 200 a mil
500”, comentó
Margarita Martinez dijo que en su domicilio viven cuatro familias, un total de 25 personas, que padecen el desabasto de agua desde hace dos meses. “Hemos tenido que acarrear agua todos los días de una llave que está a unas calles”, habitante de la colonia Ajusco.
En Iztacalco, el condominio en el que vive Alejandro compra pipas mediante las cuotas pagadas por los condóminos, además de solicitarlas al Gobierno, pero aún así el agua se agota al tratarse de tres edificios con 140 departamentos.
“El otro día nos quedamos sin agua, entonces tomé la decisión de comprar tres garrafas de 20 litros cada una, por Internet, me llegaron al día siguiente y las fui a llenar a una purificadora, para tener agua de reserva y bien almacenada para aseo, trastes, etc, además de dos garrafones para consumo humano”.
Hay una afectación puntual ya a 3 millones de personas con cortes y en los próximos meses esto se puede agudizar, se requieren políticas consistentes comentó el director ejecutivo de Agua Capital, Eduardo Vázquez.
Comercios sufren la escasez
Alejandro quien tiene una purificadora de agua para beber en la colonia Santa Úrsula Coapa, en la alcaldía Coyoacán, explicó que en su negocio semanalmente debe comprar dos pipas de 10 mil litros de agua, por las cuales paga mil 100 pesos, “no dejan de surtirnos pero los piperos que son privados debemos avisarles con mucha anticipación”.
Los mismos distribuidores, abundó, nos han dicho que debemos tomar precauciones porque el servicio está muy limitado, ellos traen el recurso natural del Pozo La Garza; en el caso de este local semanalmente se venden alrededor de 800 garrafones de 20 litros cada uno, “ya tengo mis clientes definidos y no puedo ampliar mi cartera porque las pipas ya no me surten una tercera carga”.
Santiago Hernández, secretario general de la Cámara Nacional de la Industria de las Lavanderías (Canalava) advirtió que ese sector se vio afectado desde la pandemia, ahora, el desabasto les pega a sus agremiados porque el año pasado pagaban mil pesos por una pipa, en 2024 les cobran entre mil 180 a mil 800 pesos.
Contrario a lo que muchos piensan, las lavanderías ahorran mucha agua y prueba de ello es que “mientras que en una casa se pueden usar 220 litros por una carga de ropa, en nuestros negocios se ahorra y se utilizan 30 litros por los sistemas que utilizamos”.