Kate, princesa de Gales, pidió disculpas ayer por manipular una foto familiar, misma que fue retirada el domingo por las agencias de prensa al comprobarse que había sido alterada.
“Como muchos fotógrafos aficionados, ocasionalmente experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer”, escribió en un comunicado publicado en la red social X.
Una fuente próxima a la realeza señaló que ella realizó “algunos ajustes menores” en la foto.
La monarquía, bajo presión por los rumores sobre el estado de salud de la princesa, esperaba traer tranquilidad, pero creó más confusión y alarma
Ésta la mostraba sonriente, rodeada de sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis. Pero un examen de la foto muestra que la mano izquierda de la princesa, pegada a la manga de su hija, parece estar retocada, lo que pone en duda la autenticidad de la foto en su conjunto.
“En lugar de enfriar las especulaciones sobre el estado de salud de la princesa tras su operación, este panorama plantea más preguntas que respuestas”, según un artículo de la BBC.
Un punto de vista compartido por otros observadores, como el periodista encargado de la realeza en la cadena privada ITV, Chris Ship, afirmó que la foto tuvo un “efecto inverso” al deseado.
Para Laura Clancy, especialista en medios de comunicación en la Universidad de Lancaster, “cuando la familia real difunde una imagen, (los tabloides) la retoman sin hacerse preguntas” de su originalidad.
Además, comentó que esta prensa teme perder acceso a la monarquía si la lleva la contraria, pero “se vio de alguna manera obligada a reaccionar después de que las agencias internacionales retiraran la foto”.
Kate, operada a mediados de enero del abdomen, sin más información sobre la intervención, lleva apartada de la vida pública desde entonces.
Los servicios reales informaron que no publicarán la foto original.