Alguien facilitó la escalerita y financió toda la trampa. No salió por la puerta de atrás sino por la barda posterior. Otra persona informó y planeó la fuga. Alguna más facilitó. Alguien dio instrucciones u omitió deberes.
Por eso se escabulló uno de los Fabianes cuando ya lo esperaban las autoridades de la Fiscalía General de Justicia para cumplimentar otra orden de aprehensión en su contra.
Estaba en la lista de los más buscados. Se ofreció recompensa por él. El operativo y la vinculación a proceso habían sido exitosas. El Juez federal Roberto Omar Paredes Gorostieta determinó la liberación y, denunció formalmente este martes el jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, de haberlo hecho sería responsable de delitos en contra de la administración de la justicia.
Fabián Solís y su hijo Fabián Osvaldo, apodado el cachorro, habían sido detenidos en un cateo de la Marina en la colonia Lindavista, por violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos, así como operación con recursos de procedencia ilícita. En el dispositivo les aseguraron drogas, tres domicilios y un taller donde presuntamente realizaban blindajes artesanales a camionetas para grupos del crimen organizado.
La semana pasada, el Juez Paredes Gorostieta los liberó por supuestas irregularidades en la detención, sin atender a otras características de los acusados y decidiendo justificar el carácter falsamente secundario de la infracción a la comunidad.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia, ambas de la CDMX, generaron una orden de aprehensión y una recompensa por 3 millones de pesos contra El Cachorro por desaparición de personas. Ese antecedente no lo consideró el juzgador.
El sistema de recompensas lo reactivó Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno y lo retomó quien ahora encabeza a la autoridad. Una decisión atrevida y consistente con una estrategia de seguridad del gabinete en la cual no se rehúye enfrentar la corrupción de jueces locales o federales.
Fabián Solís salió por la puerta del juzgado. Afuera, agentes de la Policía de Investigación esperaban para cumplimentar la aprehensión contra su hijo. No pudo ocurrir. De acuerdo con el encargado de la FGJ, Ulises Lara López, El Cachorro salió por una puerta trasera, vestido con un saco y una agenda penal en mano, como si fuera un abogado. Eso habla bien del poder mítico de los libros, de la apariencia deteriorada de abogados además de la estratagema financiada por los cómplices del fugado.
En su programa de seguridad, la candidata presidencial de la alianza Morena, PT y Verde, Sheinbaum Pardo, plantea un Tribunal de Disciplina Judicial para garantizar que los jueces resuelvan con plena independencia y sin corrupción.
El sistema de justicia ha sido cuestionado por los niveles de reincidencia en un fenómeno llamado “puerta giratoria”, en el cual quienes salen de prisión regresan tras delinquir nuevamente.
Ahora hay evidencia de otra opción de fuga, la trasera barda giratoria.
@guerrerochipres