Aplausos. En 30 años no había visto una reunión del Club de Industriales con tal reacción ante una audiencia de iniciativa privada convocada por una candidata o candidato de izquierda para el Gobierno de la CDMX.
Mientras en un segmento descolocado de la prensa convencional hay sorpresa de quienes habitan los prejuicios en lugar de la realidad observable o medible ante la evolución de la candidata morenista, aquí en Polanco, Clara Brugada posicionó nuevamente aquello que ha llamado “chilango moment”.
Aludía por segunda vez, después del debate, al conjunto de condiciones favorables para el crecimiento, pero también para la articulación política con quienes verosímilmente ocuparán el poder tras aventajar en prácticamente todas las encuestas.
La recomposición de los últimos días con la campaña de Brugada la colocó con amplia confianza contagiosa al pasar del atril a la silla del presídium y bajar de él para mostrar gráficas de incremento de seguridad que dejan atrás a la alcaldía Benito Juárez gobernada por su adversario más cercano, Santiago Taboada.
Brugada inició un nuevo momentum de la campaña después del debate en el cual venció, con la resistencia de quienes sostienen que “nadie perdió ni ganó”. A esa victoria ignorada se agregó su proyección como la candidata del Obradorismo promotora de una noción de clases medias en el centro económico nacional: dialogadora con los empresarios y con el proyecto social ahora encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo.
Así ocurrió en el Club de Industriales, donde Brugada recibió este martes una docena de aplausos en medio de su discurso, precisamente a partir de su compromiso con la clase media, con el empleo “como el principal programa social”, su renuencia a “dejar calentar las cosas” en vez de resolver como hizo en Iztapalapa con el proyecto de urbanismo social más importante del país desde una municipalidad en lo material y en lo simbólico.
Luis Téllez, el anfitrión de los integrantes del más influyente club nacional de su tipo, lo comentaba con ella al despedirla en el elevador como otros personajes de empresa, consultoras, exservidores públicos, promotores de iniciativas mixtas entre iniciativa privada y Gobierno.
Brugada inició en el debate el desplazamiento de Taboada como voz de referencia de clases medias conservadoras. Su simpatía, conocimiento, sencillez, claridad, así mencionada por ejemplo por el vicepresidente de la Canaco, Vicente Gutiérrez Camposeco en la terraza del Club donde algunos comentaban ex post facto.
Sostengo como muy verosímil esta como la causa de la apertura y el abrazo a la candidata de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: va adelante en las encuestas y la evidencia la sostiene junto a Sheinbaum en el lugar práctico y cercano del poder a ejercerse a partir del próximo octubre en la CDMX y en el país.
El modelo económico y social implementado por Sheinbaum y continuado por Martí Batres tiene en Iztapalapa un ejemplo y la base de una proyección realizable.
@guerrerochipres