En el debate Chilango del pasado domingo 17 de marzo, el candidato de la Coalición “Va por la CDMX” sacó a relucir la famosa marca CDMX. Santiago Taboada anunció un compromiso que ya ha tenido eco en la comunidad turística de la ciudad. “Vamos a regresar la marca CDMX, esa que quitaron por este concepto de estar peleados con todo. Vamos a regresarle a los operadores del turismo el Fondo de Promoción Turística que les han quitado”, afirmó el candidato.
Recordemos que durante el mandato del exjefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera (de 2012 a 2018), se creó la marca CDMX, esa marca de letras rosas y negras, misma que fue cancelada a la llegada de la también exjefa de Gobierno y hoy candidata a la Presidencia de la República por la Coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum.
En teoría, la marca CDMX en ese entonces fue acotada solo a la actividad turística, es decir, la quitaron de la imagen institucional del nuevo gobierno de Sheinbaum para circunscribirla solo al turismo. La exjefa de gobierno presentó otra marca verde que luego le cambió a guinda y dio sus razones; dijo en su momento que era un error usar la marca CDMX para gobierno y que mejor se quedara solo para turismo.
Los resultados de ese cambio de estrategia nunca los hemos conocido; no ha habido un listado de beneficios públicos por haber desechado la marca casi al punto de su desaparición, es decir, quitaron la marca del gobierno pero la dejaron en turismo y nunca conocimos en qué abonó al turismo.
A juicio del entonces gabinete del nuevo gobierno de Sheinbaum, la inversión monetaria en la marca CDMX fue calificada como “derrama inútil de dinero”.
Había versiones periodísticas de que se habían gastado en la promoción de la marca CDMX más de mil millones de pesos tan solo por colocarla en eventos de carácter no turístico como conciertos, eventos deportivos, tecnológicos, ferias de libros, festivales y hasta en el concierto de Ricky Martin.
En 2019 entrevisté al entonces secretario de turismo del gobierno de la Ciudad de México en la administración de Claudia Sheinbaum, Carlos Mackinlay, acerca de su visión de la marca CDMX. Esto me dijo: “La marca turística la creó el Fondo Mixto en la administración pasada; mi opinión es que el Fondo Mixto derramó inútilmente dinero en promover una marca y no en traer directamente a los turistas. Se gastó mucho dinero que podía haberse utilizado en traer turistas; ya no se va a promover la marca por promover la marca, se va a promover a la ciudad como un destino turístico con una marca”, me dijo el funcionario.
Con el tiempo, la marca CDMX ha quedado relegada casi a su mínima expresión. La doctora Claudia Sheinbaum cambió cuatro veces de secretario de turismo, así llegaron al cargo Paola Félix Díaz, quien renunció tras un escandaloso viaje a Guatemala. Luego, el cargo quedó acéfalo tres meses para la llegada de Rebeca Sánchez Sandín, para que finalmente llegara Natalie Desplas, quien ocupa el cargo hasta la fecha. Ninguno le dio un impulso importante a la marca.
Con tantos cambios, el turismo de la Ciudad de México se ha estancado casi con los mismos productos turísticos clásicos que le conocemos. El corredor Reforma Centro, el corredor Polanco Roma Condesa y Basílica – Xochimilco; no ha habido más innovación.
Por cierto, antes de ser despedido, Carlos Mackinlay traía una idea nueva para la capital, misma que nunca le tomaron en cuenta: dotar a la oriente de la CDMX de potencia turística con el “Turismo de Barrio”.
Mackinlay buscó diversificar la oferta turística y descentralizarla de la zona norponiente para que los turistas conocieran la riqueza capitalina en el lado oriente.
Turismo de Barrio, con tours por la Central de Abastos y en alcaldías como Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac, eran parte de la propuesta, así como el impulso a diferentes segmentos de la capital. Sonaba bien pero no prosperó.
Algo muy parecido a la hoy propuesta de Clara Brugada, candidata a jefa de Gobierno por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, quien ya se comprometió ante los locatarios del Nuevo Mercado de La Viga a transformar este centro de abasto y convertirlo en un nuevo polo turístico de la Ciudad de México.
En 2018 según el ranking de The World City Business Brand Barometer, de la agencia Saffron empresa consultora de marcas globales, La marca Ciudad de México CDMX logró llegar en tan solo cuatro años al lugar 19 del mundo y al primer sitio en América Latina, en su Barómetro de Marcas Ciudades del Mundo.
Por encima de la Ciudad de México solo se encontraban cinco ciudades estadounidenses, 10 europeas y tres asiáticas. En América Latina, detrás de la capital mexicana seguían Sao Paulo (26), Buenos Aires (30) y Lima (32). Dentro del ranking de las 67 marcas más posicionadas en el mundo, Guadalajara se encontraba en el lugar 48 y Monterrey en el 54.
En conclusión, desde mi punto de vista, la marca CDMX en esos años fue un fenómeno de aceptación; creó mucha identidad y arraigo en la población de la ciudad y además les dio herramientas a los profesionales del turismo para vender sus productos bajo el paraguas de una marca sólida de destino. Quizás por ello se promovía en eventos de otra índole además de los turísticos.
De tal forma que en caso de ganar Santiago Taboada y regresar la marca CDMX a la escena turística de la Ciudad de México, pienso que deberá ser extremadamente claro de qué forma será y qué beneficios tácitos traerá.
De entrada, yo veo esta propuesta del candidato Taboada muy relevante para la ciudad.