Andrés Manuel López Obrador (AMLO) conmemoró por última vez como Presidente, el natalicio de Benito Juárez García.
Desde Guelatao, Oaxaca, el titular del Ejecutivo encabezó el 218 Aniversario del Natalicio de Benito Juárez García. Ofreció un discurso colmado de paralelismos entre lo hecho por el Benemérito de las Américas y su administración, la llamada “Cuarta Transformación”:
“Se puede decir que ese proceder fue decisivo para consumar el milagro del triunfo de los progresistas contra los conservadores, un logro excepcional, porque un puñado de juaristas venció a un poderoso y omnímodo adversario”.
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Y también de elogios al pueblo mexicano, tanto el actual como el de los tiempos decimonónicos, en los que el país enfrentó varias invasiones, como la francesa:
“Este enorme agravio hizo resurgir el más puro y leal heroísmo del pueblo de México. En esos momentos en todas las regiones del país, en todas partes del territorio, se escuchaba la consigna de que, entre ser mexicano y ser traidor, no había término medio”.
A momentos conmovido, López Obrador continúo rememorando la vida y obra del prócer, para él, el mejor presidente que ha tenido este país y casi al final de su discurso, un nuevo guiño a los tiempos actuales:
“‘Terminada la lucha, mi deber es convocar al pueblo para que, sin ninguna presión, elija con absoluta libertad a quien quiera confiar sus destinos'”.
Por ello es que destacó que su labor que está por terminar -en poco más de 6 meses- se le ha hecho más ligera al consultar frecuentemente a Juárez, quien es su “referencia y como guía”.
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Tras lo cual, por quinta y última vez -si vuelve será como expresidente- honró la memoria del oriundo de Guelatao con un “¡Que viva el presidente Benito Juárez García!”.
LEO