Al asumir la presidencia de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón Barragán, señaló que las prioridades en el país son el fortalecimiento del Estado de Derecho, la certidumbre a las inversiones y seguridad pública para todos los mexicanos.
“Al margen de los colores políticos, en la Concamin tenemos claras las prioridades: trabajemos en fortalecer el Estado de Derecho, brindemos certidumbre a la inversión y a la seguridad pública efectiva para todos los mexicanos.
“Con la fuerza de todos, cerremos la puerta a la extorsión, al derecho de piso a la corrupción y a la impunidad; no hay país fuerte sin Estado fuerte y un estado fuerte debe ser sometido a la ley, con división de poderes, con libertad de prensa, con respeto a los derechos humanos y colaboración constructiva en el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil”, sentenció el líder de los industriales.
Con la presencia de las secretarias de Gobernación, Luisa María Alcalde, y de Economía, Raquel Buenrostro, y el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Malagón Barragán también pidió otorgar la mayor prioridad a la educación y a la innovación para aprovechar las oportunidades de la economía del conocimiento, el nearshoring y las megatendencias del siglo 21.
Llamó a impulsar, al fin, una política industrial activa, moderna, que acelere la transición de México hacia una economía de valor agregado, de mayor contenido nacional y regional en un contexto de la relocalización con un marco fiscal y regulatorio, justo, transparente y eficaz.
Malagón Barragán, quien sustituyó a José Abugaber, también hizo una radiografía de la situación del país, la cual, dijo, está llena de contrastes, pues a pesar de sus riquezas naturales, 43% de la población vive en pobreza.
“Contamos con el mayor bono demográfico de la historia, pero no logramos absorberlo en los sectores formales y ser la mayor parte de quienes demandan un trabajo formal. Tenemos un sistema educativo que atiende a 35 millones de alumnos, pero en la calidad hemos retrocedido varios años y no hemos logrado una vinculación adecuada en la formación con las necesidades presentes y futuras del aparato productivo.
“Hemos reducido los niveles relativos de pobreza y pobreza extrema, el salario general se ha mejorado significativamente y millones de familias se benefician con los programas sociales, pero ha aumentado el porcentaje de la población con rezago educativo y carencias de acceso al servicio de salud”, expresó.
Añadió que la nación ha forjado instituciones para tener una estabilidad social, avance democrático y lograr el ejercicio de derechos y libertades, pero desde varias décadas se padecen serios problemas en la inseguridad y la violencia es alimentada por la corrupción y la impunidad.