Tras el atentado registrado este viernes en Crocus, ciudad cerca de Moscú, Rusia las familias de las víctimas viven desesperación debido a que no tienen noticias de sus seres queridos.
Autoridades han elevado la cifra de muertos y han reportado 60 víctimas que acudieron a un concierto de rock de una banda llamada Piknik. Previo al inicio del show un grupo armado entró al recinto para disparar contra los asistentes.
“Estoy completamente aterrorizado, siento que me duele todo el cuerpo”, lamentó Semion Khraptsov, cuya esposa estaba en el concierto y lo llamó en el momento del asalto sin que él pudiera entender lo que le decía.
“Me vine apenas supe lo que ocurrió”, añadió el hombre de 33 años, que reconoció sentirse impotente. “No sé qué hacer, es una desesperación total”.
Videos publicados en redes sociales mostraban a dos hombres armados avanzando hacia la sala y otros videos mostraban cadáveres y gente corriendo a la salida.
Varios atacantes dispararon contra los espectadores en el Crocus City Hall, una de las principales salas de concierto de Moscú.
“Justo antes del inicio del concierto, oímos de repente varias ráfagas de ametralladora y el terrible grito de una mujer. Y luego muchos gritos”, contó Alexéi, un productor de música que se encontraba en los camerinos en el momento del asalto.
El gran incendio en el teatro fue “controlado” casi enteramente por los bomberos la mañana del sábado, según las autoridades.
Este sábado (horario de Rusia) continuaban las tareas para “rescatar a las personas del tejado del edificio”, indicó el Ministerio de Situaciones de Emergencia, tras anunciar que un centenar de personas habían sido evacuadas del sótano del sitio.
El ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, que ha atacado varias veces a Rusia.
Unidades de la Guardia Nacional rusa “están buscando a los criminales”, según las autoridades.
LDAV