Nuevamente con un marcador adverso de 0-2, la Selección Nacional perdió la final de la Concacaf Nations League ante Estados Unidos, en partido disputado en Arlington, Texas.
Con goles de Tyler Adams y Giovanni Reyna, el cuadro dirigido por Gregg Berhalter supo adueñarse de las principales acciones del encuentro, ante un combinado tricolor que apenas mostró una tibia reacción en la parte final del encuentro, sin siquiera hacerse presente en el marcador.
Bastaron quince minutos para que Estados Unidos tomara la posesión del juego y se adueñara de las principales acciones, con un combinado de México que apostó a un parado defensivo con hasta cinco jugadores y poca creatividad en materia ofensiva.
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Cuando el encuentro apuntaba a un resultado parcial sin grandes diferencias, Tyler Adams encontró un balón sin dueño por el sector central del campo afuera del área grande tricolor, que lo hizo concretar un remate de media distancia para superar a Guillermo Ochoa y dejar una ventaja al descanso a favor de los estadounidenses.
Tras una doble ocasión fallada entre Hirving Lozano y Henry Martin, Estados Unidos amplió la ventaja con Giovanni Reyna al minuto 63, producto de un tibio rechace de la zaga mexicana que dejó el balón sin dueño en área propia para que el mediocampista del Nottingham Forest definiera primer poste sin oportunidad para que Ochoa reaccionara.
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Aunque el ingreso de Santiago Giménez le dio dinamismo a la ofensiva mexicana y hasta un penal que no fue convalidado por el árbitro central, México no tuvo una respuesta a los dos goles recibidos, para extender a tres la racha de finales perdidas ante Estados Unidos, que tuvo como escenario final el protocolo de seguridad ante el grito homofóbico de la afición, en su único método para criticar la derrota mexicana en la Nations League.
LEO