El Ministerio de Salud de Hamás anunció ayer que 12 personas, incluidos niños, murieron en un bombardeo que alcanzó una tienda de campaña de una familia desplazada en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, a pesar de la petición del Consejo de Seguridad de la ONU de un alto al fuego inmediato hacia Israel.
El ataque golpeó el sector de Al Mawasi, al oeste de Jan Yunis, donde hay miles de tiendas de campaña que albergan a desplazados que huyeron de las regiones del norte del territorio palestino. El Ejército israelí indicó que estaba verificando esta información.
Además, Estados Unidos anunció que seguirá enviando ayuda con paracaídas a Gaza pese a que el movimiento palestino pidió detener esos lanzamientos tras la muerte de 18 personas que intentaban recoger alimentos.
De estas 18, 12 personas se ahogaron en el mar cuando intentaban llegar a un paracaídas y seis en una estampida.
Hamás instó a cesar estas operaciones y solicitó la apertura del acceso terrestre para la ayuda humanitaria, controlada por Israel.
La ayuda, insuficiente para los 2.4 millones de habitantes de Gaza, llega principalmente desde Egipto a través de Rafah, y solo con mucha dificultad al norte del territorio.
“Los lanzamientos aéreos son una de las muchas formas que estamos utilizando para entregar la ayuda que los palestinos en Gaza tan desesperadamente necesitan y continuaremos haciéndolo”, comentó la Casa Blanca.
En Gaza, los habitantes observan los paracaídas y corren hacia ellos cuando aterrizan, empujándose e incluso peleando.
PRESIÓN
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo un alto el fuego fue adoptada por 14 votos a favor y una abstención, la de Estados Unidos, que hasta entonces había bloqueado tres proyectos de resolución que mencionan un “alto al fuego” en Gaza, donde ya suman 32 mil 414 palestinos fallecidos, en su mayoría civiles.
Furioso con su aliado, Israel canceló la visita de una delegación esperada a Washington.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, juzgó ayer “demasiado altas” las muertes de civiles y “demasiado poca” la ayuda humanitaria al inicio de una reunión en el Pentágono con su homólogo israelí, Yoav Gallant,
Hamás acogió favorablemente el llamamiento a un alto el fuego y acusó a Israel de provocar el “fracaso” de las conversaciones de Doha con mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos con miras a una tregua acompañada de la liberación de rehenes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Hamás tiene “demandas extremas”. Qatar aseguró que las conversaciones continúan en Doha.
Mientras tanto, en Jan Yunis, los soldados israelíes rodean el hospital Naser, según Hamás.