Por el momento no hay productos accesibles en costo y con la misma efectividad que permitan sustituir el uso del glifosato en la siembra, aseguran expertos.
Este 1 de abril entraba en vigor el decreto que prohibía el herbicida en el país, usado para combatir la maleza o hierba mala y para preparar la tierra para cultivos, pero hace unos días fue suspendida la decisión.
La idea de frenar el glifosato tiene que ver más con una batalla ideológica que con un plan productivo de afectación al medio ambiente, aseguró Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
En entrevista con 24 HORAS, señaló que la decisión de frenar el decreto, es de suma importancia, ya que hasta este momento no hay ninguna alternativa que lo sustituya.
“No hay ningún otro producto que tenga las mismas características que tiene el glifosato y que ayude a la agricultura de conservación. Los campesinos no tienen que estar arando más tiempo la tierra, una vez que lo aplicas dejas que el suelo descanse y por otro lado, es una molécula que salió hace más de 40 años y desde hace tiempo ya no tiene patente”, apuntó Cortina.
Explicó que el químico es sumamente utilizado para grandes extensiones y que están, por ejemplo, en el sector de granos o en la caña de azúcar ya que también permite que se fortalezcan los nutrientes del suelo.
Cortina indicó que en las regiones del país con climas tropicales en donde tienes más agua y tienen temperaturas más elevadas las hierbas crecen de manera importante.
“Estamos hablando del sector de granos, que es donde tenemos 60% de los productores(…) Esos pequeños campesinos iban a ser los más afectados porque son los que más necesitan este tipo de herramientas”.
Este producto, explicó, se utiliza en Estados Unidos, en Europa, en China y Asia, “prácticamente en todo el mundo y no está prohibido, lo que tenemos que tener es más bien una regulación adecuada para que se utilice más eficientemente”.
Impedir el uso de productos de protección a cultivos en el país puede resultar gravísimo, es como si alguien dijera pues vamos a prohibir todas las medicinas para el uso de los humanos en México porque son dañinas, “si tu te tomas un antibiótico fuera de lo que necesitas en mucho mayor cantidad, pues obviamente que tendrás una afección”.
En el caso del maíz transgénico, es la misma situación que en la del glifosato, “son herramientas de uso para nuestros agricultores que están probados por muchos años atrás”.
“A final de cuentas eso se traduce en productos accesibles en la canasta de alimentación”. Juan Carlos Anaya, presidente del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), explicó que hay otros sustitutos que se pueden usar por el glifosato pero son mucho más caros y de menor eficacia. Agregó que en México hasta 45% de las cosechas usan glifosato principalmente en la zona del sureste, donde hay más agua y por ende sale más maleza y hierba. Anaya destacó que “esta suspensión del decreto es una muy buena noticia, principalmente para los productores”.
Reconoció que esta medida surtió efecto gracias a la presión y el cabildeo de organismos como el Consejo Nacional Agropecuario e influyó por supuesto el que no existan sustitutos más económicos.
Los ideólogos del gobierno, acusó, metieron un problema donde no lo había y es lo mismo que tendrá que hacer con el decreto del maíz porque no tienen pruebas científicas de que cause daño a la salud humana.