Además de los 126 incendios forestales que se registraron la semana pasada en todo el territorio nacional, los mexicanos también han elevado la temperatura en la forma de pedir justicia ante la falta de actuación de las autoridades.

En medio del estiaje que se vive en gran parte del país y de las altas temperaturas que se han registrado, la Comisión Nacional Forestal, también presenta el presupuesto más bajo en los últimos 10 años, con un total de 2 mil 600 millones de pesos para su operación, contra 7 mil 600 millones que tenía en 2014.

Esta falta de recursos ha ocasionado la muerte de al menos cinco brigadistas en el Estado de México, que apoyaban el combate de incendios forestales.

Las altas temperaturas también se han reflejado en el enojo de la gente ante la falta de actuación de las autoridades, por crímenes tan despreciables como el asesinato de una niña de ocho años.

La semana pasada, se vivió uno de los peores momentos de ingobernabilidad y omisión de autoridad cuando una horda enardecida decidió hacer justicia por propia mano, luego del secuestro y asesinato de Camila, que sólo iba a jugar con su amiga.

Pasaron 12 horas desde que la niña fue encontrada muerta y las autoridades no tenían detenidos ni responsables del atroz crimen, por ello, los habitantes de Taxco, Guerrero, decidieron linchar a los presuntos asesinos de la menor.

Las imágenes que han trascendido evidencian la falta de capacidad y entrenamiento de los policías municipales, que no pudieron resguardar a los presuntos culpables para llevarlos ante el Ministerio Público e iniciar una investigación en su contra.

Fue el calor del enojo lo que hizo que la horda linchara a tres personas, de las cuales dos ya fallecieron ante lo severo de los golpes.

La actitud de la gente de Taxco sólo refleja el enojo por la impunidad y, sobre todo, ante autoridades tan ruines que prefieren echar la culpa a la madre de la menor asesinada por su falta de atención.

Sin embargo, el caso de Taxco no fue el único incidente donde la gente intentó hacer justicia por propia mano, el fin de semana, en el mercado de pescados y mariscos de la Ciudad de México, la gente también golpeó a una pareja que presuntamente había robado un celular.

Estos dos hechos nos permiten reflexionar sobre lo grave que son los señalamientos sin pruebas, basta una acusación para que la gente descargue su ira en contra de cualquier persona, sin investigar si es culpable o no.

Lo más lamentable es que estas acusaciones no sólo se dan en plazas públicas y mercados; en medio de un proceso electoral, las injurias también se han escuchado en boca de los máximos representantes de los Poderes; es decir, desde Palacio Nacional, la Cámara de Diputados, el Senado y la Corte.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Y entonces, ¿el Tren Maya funciona? ¿La Refinería ya refina? ¿El Aeropuerto Felipe Ángeles ya logró bajar la saturación en el aeropuerto capitalino?

 

    @aguilarkarina