Don Abundio Yama Chiquil murió ayer a los 104 años en el municipio de Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo.
En el funeral estuvieron presente siete de los 12 hijos que tuvo con su esposa María Isabel Ek Balam, la cual perdió la vida hace algunos años.
Era una leyenda viviente y testigo de la Guerra de Castas, de la cual fue comandante de la Compañía del Santuario de Tixcacal Guardia, así como médico tradicional y guía de su comunidad.
Además, fue nombrado juez tradicional maya del Poder Judicial de Quintana Roo el 17 de febrero de 1998 y presenció los enfrentamientos entre el Ejército mexicano y rebeldes mayas en la antigua Noj Kaaj Santa Cruz, actual ciudad carrilloportense.
Solo hablaba maya, por lo que requería intérprete para comunicarse en su siglo de vida.
Tuvo más de un centenar de descendientes; a su vez, tuvo su origen de chinos que llegaron a la Península de Yucatán, luego de que el ex presidente Porfirio Díaz decretara su expulsión del país.
En 2018, don Abundio fue nombrado “Tesoro Humano Vivo: Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Región Maya”, a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
También fue un maya famoso porque plasmó su testimonio de vida en un libro extranjero; de hecho, su fotografía fue la portada del volumen Últimos testigos, The Last Rebellion of the Maya in Yucatan, editado bajo el auspicio del museo Cinco Continentes de Múnich, Alemania, en 2019.