En la última década, la producción de cultivos tradicionales de Yucatán -como el henequén, el achiote y cacao- mantienen una tendencia decreciente, debido al cambio climático, la globalización y la modificación en el consumo, según estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa).
Además, estos productos han sido sustituídos por el plástico y los colorantes artificiales en una clara tendencia de globalización que desaniman a los productores yucatecos a continuar incursionando en esos cultivos.
La riqueza agrícola de Yucatán ha sido, desde tiempos inmemoriales, una piedra angular de su economía y cultura, pero la región ha enfrentado retos significativos que han impactado la producción de cultivos tradicionales.
“ORO VERDE”
El henequén ha sido un cultivo de gran importancia para Yucatán.
Según datos del Inegi, su producción ha sufrido una disminución constante, registrando una variación anual promedio de -3.6% y estimando una producción de 10,000 toneladas en 2023. La producción del henequén en 2013 fue de 14 mil 444 toneladas.
Competencia de fibras sintéticas: Las fibras sintéticas como el nylon y el poliéster han sustituido al henequén en muchos de sus usos tradicionales.
ACHIOTE
Es utilizado tanto en la gastronomía (la cochinita pibil es un ejemplo), como en la industria de colorantes naturales, también ha visto reducida su producción.
El Inegi indica una disminución anual promedio de -3.2%, estimando una producción de mil 300 toneladas en 2023. En 2013 fue de mil 800 toneladas.
EL CACAO
Es la base de la chocolatería y con profundos lazos culturales en la región, no ha sido la excepción en esta tendencia decreciente.
La producción ha disminuido un -5.3% anualmente, con una estimación de 700 toneladas para 2023. En 2013 estimó en mil 200 toneladas, según el instituto.
COMBATEN DAÑOS
La agricultura sostenible en Yucatán se perfila como una vía crucial para enfrentar los desafíos climáticos y económicos contemporáneos.
El estado está adoptando prácticas agrícolas responsables para contrarrestar los efectos del cambio climático y satisfacer la creciente demanda alimentaria.