El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) sufrió una “distorsión estacional” el mes pasado por el período vacacional de Semana Santa y el puente del 21 de marzo, lo que aumentó los precios de los servicios relacionados con el turismo, señaló un análisis financiero de BX+.
Alejandro Saldaña, economista en jefe del banco, también adjudicó el ligero repunte de la inflación al alza de las gasolinas y los precios de energéticos.
Además el economista resaltó que el costo de los servicios en el país sigue sin mostrar un punto de inflexión.
El Inegi reportó ayer que la inflación al consumidor en marzo creció a 4.42% a tasa anual (0.29% a cifras mensuales), mientras el índice subyacente se expandió a 4.55%.
Para Saldaña, aún no se puede descartar que el Banco de México, con los datos existentes, considere otro recorte a la tasa, “aunque este puede darse solamente si la inflación continúa cediendo igual o más a lo proyectado y si las condiciones financieras continúan siendo favorables”.
Explicó que pese a la renuencia en el costo de los servicios, la inflación subyacente (que calcula la evolución de los precios sin tener en cuenta ni energéticos ni alimentos no elaborados) se mantuvo a la baja en marzo, después de un aumento en el petróleo.
Resaltó que la variación subyacente hiló 14 lecturas a la baja y registró un mínimo desde mayo de 2021.
Agregó que “gran parte de la desaceleración en el último año y medio se explica en función de la dilución de los choques de años pasados (pandemia, guerra en Ucrania) y de la apreciación cambiaria”.
Alejandro Saldaña estimó que en el caso de los servicios, no han mostrado un punto de inflexión, por una mayor sensibilidad al aumento de los salarios.
BX+ enfatizó que este año, la Semana Santa se celebró un poco antes que en 2023,ya que generalmente es en abril.
En el caso de productos agro destaca el aumento de la lechuga, que se disparó cerca de un 20% y el pollo, que elevó su costo hasta un 10%.
Iván Arias, jefe de análisis de Citibanamex, proyectó que el costo de productos y servicios sufrirá un rebote más pronunciado en la segunda parte del año y dijo que la caída de la inflación subyacente también puede ser lenta, “a medida que la actividad económica continúa desacelerándose”.
Para Arias, los riesgos a la baja de la inflación en México están basados en la apreciación del peso y una desaceleración de la actividad económica.
“En este contexto, para el cierre de 2024 proyectamos que la inflación general alcance 4.3%, con la inflación subyacente en 4.4%”.