México se une ante la presencia de un problema común, como lo ha hecho toda la vida. La palabra solidaridad, está en el corazón de todos los mexicanos, más allá de partidos y candidatos.
La agresión de soldados y policías ecuatorianos a la sede diplomática de México, en Quito, indigna a todos en México, quienes han mostrado su inconformidad con el salvajismo mostrado contra los empleados mexicanos de la Embajada, principalmente contra Roberto Canseco, quien defendió, con su vida, la soberanía de México y, como todos los mexicanos dentro y fuera del país, se levantaba cada vez que caía al suelo. El patriotismo del diplomático, encargado de despacho de la embajada, debe contagiar a algunos indiferentes y vendepatrias, a quien puede aplicarse la letra del Himno Nacional, donde dice: “Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, piensa ¡Oh Patria! querida que el cielo un soldado en cada hijo te dio”.
La valentía motivada por el honor y el orgullo de ser mexicano, que mostró Roberto Canseco, contagió a los mexicanos luego de ver el video que mostraba la invasión a nuestro territorio. La misión principal del allanamiento, era rescatar lo que para un gobierno injusto era un delincuente común, contra un ciudadano que hasta el momento no ha sido declarado culpable y que era señalado por delitos que todavía no estaban comprobados.
En países con legitimidad débil, como actualmente es el caso de Ecuador, una de las maneras habituales de sacar de la vida pública a los contrincantes es culparlos de algún delito. Este es el caso del exvicepresidente Jorge Glas, a quien sacaron cargado, por la fuerza, luego de haberle golpeado las piernas para intimidarlo y obligarlo a salir de la sede diplomática.
Los mexicanos nos unimos ante la desgracia y motivamos a seguir hermanándonos ante los enemigos comunes, los fenómenos naturales, las injusticias y las imposiciones autoritarias. México siempre ha sido un país líder en América Latina y parte de esta intentona por desestabilizar la integridad de México en este momento tiene que ver con la invasión, en la que no actuó solo el imberbe presidente de ese país, Daniel Noboa, así lo señalan las más altas autoridades de México. Se trata de un mandatario muy débil para haber actuado solo y no falta quién se aproveche de su novatez y fragilidad para imponerle acciones sin que haya reparado en las consecuencias.
La primera consecuencia política contra el presidente derechista Daniel Noboa, nacido en Miami, fue la de perder la mayoría legislativa, su partido, Acción Democrática Nacional se quedó solo, a causa del secuestro del exvicepresidente Glas, y en protesta por el allanamiento de un territorio extranjero. Así, los 51 miembros del Partido Revolución Ciudadana que apoyaron al mandatario ecuatoriano, para consolidar su presidencial se unieron a la oposición parlamentaria, cuya líder Luisa González, pidió su renuncia ya se considera que con acciones declaró la guerra a otro país sin consultar al Poder Legislativo, motivo suficiente para que se exija su salida de la Presidencia de la República.
Luisa González, arremetió contra Daniel Noboa, pidiendo su dimisión como Presidente, ya que en sus palabras, le declaró la guerra a un país “en medio de un capricho sin razón ni justificación”.
Por su parte, el líder de ese partido y excandidato presidencial Andrés Arauz, anunció que solicitará un juicio político contra Noboa, por el secuestro del expresidente Jorge Glas tras el asalto a la embajada de México en la capital del país suramericano.
Más allá de las consecuencias, dentro y fuera de Ecuador, debe resaltarse la actitud tradicional de los mexicanos, quienes desde las 4 de la tarde el día siguiente a la invasión realizaron una protesta frente a la embajada de Ecuador, rechazando la injerencia armada, violenta e ilegal, que rompe con el derecho internacional.
La unidad de los mexicanos, a pesar de suceder en tiempos electorales, mostró otra vez su hermandad ante la agresión de un enemigo que intentó violentar la tranquilidad de nuestro país, a cambio de la paz social en el suyo, donde los ciudadanos mostraban su inconformidad con Noboa. Pensó que los ecuatorianos verían con odio a los mexicanos y resultó que, como siempre sucede, los pueblos se hermanan, más aún en América Latina, se abrazan ante las injusticias de sus mandatarios.
PEGA Y CORRE.- Ningún candidato quedó conforme con el formato del primer debate y menos aún con las deficiencias que se mostraron todo el tiempo. Las consecuencias son tan graves que el INE exigió explicaciones de los errores a la empresa productora del debate. Los tres candidatos se dicen defraudados… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.