El Banco Central Europeo mantuvo las tasas de interés para la zona euro ayer, pero alentó las expectativas de un recorte de los tipos en la reunión de junio ante la desaceleración de la inflación.
El emisor europeo mantuvo por quinta vez consecutiva sin cambios su política monetaria y dejó el tipo de interés de referencia en 4%, su nivel más alto desde el lanzamiento del euro en 1999.
La tasa de refinanciación y el tipo marginal de préstamo quedaron en 4.50% y el 4.75%, respectivamente.
Si la “evaluación actualizada” de BCE mantiene las tasas sin cambios hasta junio las perspectivas de inflación y del impacto de la política monetaria a la economía, “reforzara aún más la confianza” en una convergencia sostenible del alza de los precios hacia el objetivo del 2%, el BCE consideraría “apropiado” reducir la política monetaria restrictiva, afirmó el emisor europeo en un comunicado.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró ante la prensa este mensaje “fuerte y claro” que sugiere que, salvo un repunte sorpresivo de la inflación en los próximos meses, se darán las condiciones para un recorte de las tasas en la próxima reunión en junio.
La inflación en la eurozona cedió en marzo a 2.4% en términos interanuales, 0.2 puntos porcentuales menos que lo registrado en febrero, acercándose al objetivo del banco central.
El BCE destacó que “el alza de los salarios se está desacelerando gradualmente y las empresas están absorbiendo parte del aumento de los costos laborales a través de sus beneficios”.
Las anteriores subidas de los tipos de interés “siguen pesando sobre la demanda, lo que contribuye a la moderación de la inflación”, declaró la entidad que advirtió que las presiones internas sobre los precios siguen siendo fuertes.
Los gobernadores del emisor lanzaron una estrategia de contracción monetaria para controlar el brote inflacionario provocado por la invasión de Rusia contra Ucrania en febrero de 2022.