En lo que va del sexenio de la Cuarta Transformación, el Senado de la República ha aprobado al menos 10 iniciativas que mejoran las condiciones laborales de los elementos de las Fuerzas Armadas, incluyendo beneficios para un mejor retiro, mientras que a la par se les han asignado tareas que nada tienen que ver con la seguridad nacional o pública.
Para el especialista Javier Oliva, esto se debe a “las exigencias que ha tenido el personal del Ejército mexicano y la Fuerza Aérea” en este sexenio, principalmente a partir de la creación de la Guardia Nacional.
Según el Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), que preside Raúl Sapien, hasta 2022, las Fuerzas Armadas realizaban 246 tareas de dependencias civiles, con base a un estudio realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
De estas labores ajenas a sus tareas de seguridad, 138 eran actividades a nivel federal y 109 a nivel local.
Y es que a los militares se les ha asignado la construcción del Tren Maya y del Aeropuerto Felipe Ángeles, la operación de la aerolínea Mexicana y de diversos aeropuertos, incluyendo el de la CDMX, además del reparto de vacunas y medicinas.
De acuerdo al Inventario de lo Militarizado, publicado por el CIDE, las actividades extraordinarias que ahora realiza el Ejército “abarcan la construcción de infraestructura pública y privada; la distribución de gasolina, libros de texto para la educación básica y fertilizantes y la vigilancia de las fronteras norte y sur”.
Además de “la detención e inspección de personas migrantes; el control de puertos y aduanas; e incluso, la participación de los titulares del Ejército y la Marina en el Consejo de Ciencia y Tecnología”.
El estudio destaca que junto con el despliegue masivo de militares actuando como policías, los soldados comenzaron a desempeñar otras funciones que poco o nada tienen que ver con la disciplina militar.
Es en ese contexto que, desde 2018 a la fecha, la Comisión de Defensa Nacional del Senado ha propuesto diversas iniciativas que buscan incentivar el trabajo y la lealtad de los elementos castrenses, mismas que han sido aprobadas por los senadores.
Recientemente se aprobó una reforma para aumentar el tiempo de servicio del personal militar durante campañas u operaciones para que sea registrado al doble de lo habitual, lo cual los beneficiará al tramitar su retiro de las Fuerzas Armadas.
En su momento, se informó que el propósito de esta iniciativa fue reconocer el esfuerzo del personal militar por el desempeño de trabajo de alto riesgo o especializado y alentar su permanencia en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
Los senadores también aprobaron que los elementos que causen baja definitiva del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos por comportamiento inapropiado tendrán la oportunidad de defenderse y un derecho de audiencia.
En materia de educación, se integró al Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales en el Sistema Educativo Militar.
También se aprobó que la Secretaría de la Defensa Nacional pueda considerar la participación de un mayor número de militares en las jerarquías de teniente coronel, coronel, general brigadier o de grupo, de brigada o de ala, a quienes por presentar una condición de salud, que si bien no es buena tampoco les ha impedido desempeñar con eficiencia funciones que les son propias de los militares de su escalafón.
Además de que el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas otorgue una beca especial a las hijas e hijos del personal militar que pase a situación de retiro y que hayan sido beneficiados con dicha beca mientras se encontraba en servicio activo.
Entre las reformas destaca aquella que permite al personal militar femenino, previa autorización escrita del médico responsable de la paciente, transferir hasta medio mes de licencia anterior a la fecha probable del parto para después del mismo.
En tanto, la licencia posterior al parto aumentará dos meses adicionales, en caso de que los hijos hayan nacido con cualquier tipo de discapacidad o requieran atención médica hospitalaria, previa presentación del certificado o dictamen correspondiente expedido por médicos militares o navales especialistas en servicio activo.
Al respecto, el doctor Javier Oliva, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que en materia laboral, “como cualquier institución tiene que ir evolucionando y adaptándose a las circunstancias”.
Ante ello, consideró que los avances en materia laboral a favor de los elementos castrenses eran necesarias: “Me parece que las Fuerzas Armadas, no solamente en México sino como instituciones en general, son un soporte importante en la democracia, pues van evolucionando y se van adaptando”, refirió el académico de la UNAM.
“Aquí también hay que observar algo muy importante, las exigencias que ha tenido sobre todo el personal del Ejército mexicano y la Fuerza Aérea a partir de la creación de la Guardia Nacional debe tener ciertos tipos de estímulos laborales”, refirió el académico.
Cabe resaltar que los soldados que participan como “préstamo” en la Guardia Nacional, reciben recursos extras por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El especialista en Fuerzas Armadas señaló que México ocupa el segundo lugar que peor trata en términos presupuestales a sus militares, al destinarles 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB), “solamente nos supera Guatemala con el 0.4%. Hay países que gastan siete veces más en proporción al Producto Interno Bruto, es decir, el 2% del PIB, cuatro veces más de lo que nosotros invertimos”.
Consideró que aquellos que critican que en este sexenio se incrementó el presupuesto a las Fuerzas Armadas, están en una postura errónea, porque se trasta de gastos únicos, por ejemplo para supervisar las obras insignias, pero no así el presupuesto real para su operación.