Cinco años después del incendio que devastó Notre Dame, el 15 de abril de 2019, la reapertura de la catedral parisina sigue programada para el 8 de diciembre, según Philippe Jost, presidente del organismo encargado de supervisar su reconstrucción.
Alrededor de 250 empresas y cientos de artesanos, arquitectos y otros profesionales han trabajado en la reconstrucción de esta obra maestra del gótico inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO.
La primera etapa incluyó la remoción de toneladas de escombros, y se prolongó a causa de las interrupciones provocadas por el Covid, la necesidad de garantizar las medidas de seguridad en el sitio ya la descontaminación del edificio, particularmente el plomo del tejado, fundido durante el incendio.
Las obras de restauración comenzaron poco después, tanto en la catedral como en los numerosos talleres de artesanos que participaron en la reparación o la recreación de vidrieras, piedras o en la reconstrucción idéntica de la estructura de madera de la nave y el coro.
Esa compleja operación, que terminó en marzo, requirió el talado de más de mil árboles bicentenarios seleccionados en los bosques franceses.
La aguja diseñada por el arquitecto del siglo XIX Viollet-le-Duc, que se derrumbó junto con parte del techo, volvió a ser visible en febrero.
En el interior del templo los expertos aprovecharon para realizar la limpieza de paredes, vidrieras, bóvedas y decoraciones. Esa etapa está casi concluida y ha permitido devolver a la catedral una luminosidad desconocida en la memoria reciente.
“Es maravilloso, todos estos colores habían desaparecido completamente. Los estoy descubriendo ahora”, dijo el vicerrector de Notre Dame, Guillaume Normand.
El gran órgano, cubierto de polvo de plomo, fue limpiado y sus 8 mil tubos fueron ensamblados de nuevo, uno por uno. Se espera que su afinación dure seis meses.
Para el verano, las obras de los techos de la nave, del coro y de la aguja deben haber terminado, así como la restauración de los suelos a cuadros en blanco y negro y algunos trabajos en el mobiliario de arte interior.
También se instalará un importante sistema antiincendios.
Los vitrales de época, entre los cuales destacan los tres enormes rosetones medievales, muestran ahora una luz tamizada.
Se lanzó un concurso para la creación de vitrales contemporáneos, que no serán instalados antes de 2026.
Se anticipa que el presupuesto total de esta fase de reconstrucción se mantendrá “por debajo” de los 550 millones de euros estimados, según Jost.
El incendio de la catedral provocó un movimiento de solidaridad en todo el mundo, que se tradujo en 846 millones de euros de donaciones, de los cuales aproximadamente 150 millones se destinarán a la restauración de partes exteriores erosionadas antes del incendio.
A partir de otoño, se despejarán y remodelarán la explanada y los accesos a la catedral, en colaboración con el Ayuntamiento de París.