Tras una serie de aumentos tras el decreto de desregulación de la economía impulsado por el presidente Javier Milei, la Presidencia de Argentina ordenó a empresas de medicina privada retrotraer sus precios a diciembre de 2023.
En ese mes, el ultraderechista Milei, quien muchas veces manifestó que la regulación de precios era “una aberración”, firmó un decreto de necesidad y urgencia que entre otras cosas liberaba los precios de la economía.
Desde ese momento, las empresas de medicina, que por las regulaciones entonces vigentes aumentaron sus precios por debajo de la inflación en 2023, dispusieron alzas que en muchos casos superan el 150% entre enero y marzo de este año.
El vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, explicó que se trata de una “denuncia por presunta cartelización” y dijo que la Superintendencia de Servicios de Salud presentará una medida cautelar ante la Justicia para forzar a las empresas de medicina privada (conocidas como prepagas) a “retrotraer el valor de las cuotas y devolver a los afiliados el monto por encima de la inflación que cobraron desde diciembre”.
En un comunicado, la Secretaría de Comercio explicó que “en el marco de una investigación por presunta colusión, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) determinó, de forma preliminar, que existen indicios sólidos de un acuerdo entre las empresas”.
El ministro de Economía, Luis Caputo, que días atrás mencionó que las prepagas declararon una “guerra a la clase media”, destacó que la medida se tomó “utilizando las herramientas institucionales” disponibles.
El martes renunció el presidente de la principal Cámara del sector, Claudio Belocopitt, quien negó los señalamientos y reclamó al canal LN+: “¿Por qué no miramos todos los otros sectores de la economía? En materia de combustible, si Shell sube los precios, a los cinco minutos YPF hace lo mismo”.