Este viernes, India marcará el inicio de unas elecciones de seis semanas, con el primer ministro nacionalista, Narendra Modi como líder en las encuestas ante una oposición debilitada.
Aproximadamente 70 millones de ciudadanos podrán ser partícipes de este enorme ejercicio democrático, superando incluso a China en cuanto a población.
Dichas votaciones, las cuales renovarán a los 543 miembros de la Cámara Baja se desarrollan en siete etapas hasta el 1 de junio.
Mientras que el recuento se producirá el 4 del mismo mes, día que se deberán conocer los resultados.
El ministro nacionalista consolidó su popularidad durante su mandato, destacándose por el desarrollo económico y su influencia diplomática. Su gobierno es blanco de críticas por inclinarse hacia el hinduismo, la fe mayoritaria en India.
A pesar de las críticas y desafíos, Modi mantiene un fuerte respaldo popular, de acuerdo con una encuesta de Pew que reveló una aprobación del 80 por ciento entre los ciudadanos.
Mientras que la alianza opositora, que la conforman más de 20 partidos, busca desafiar al BJP de Modi, las acusaciones legales y dificultades financieras que enfrentan, se convierten en un obstáculo para llegar al poder.