Debe ser prioritario que los tres candidatos presidenciales expongan sus propuestas de políticas públicas para contener la pobreza en beneficio real de los hogares, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Para el Centro, a pesar de que los indicadores de pobreza siguen mejorando, es muy evidente que la desigualdad está muy elevada, por lo que es fundamental que las propuestas de los candidatos se centren en dar solución a los aspectos de medición de la pobreza.
Analistas del ente dependiente del sector privado, enfatizaron que la empleos inversión debe ser el principal instrumento para la generación de y el factor número uno para reducir la pobreza.
Además, consideró la necesidad de presentar propuestas que tengan la visión de mejorar la calidad de vida de la población.
Al presentar su panorama económico general de la semana, el CEESP reiteró la oportunidad de hacer más eficiente la asignación de los recursos públicos.
“Hasta ahora la calidad del gasto no ha reflejado un beneficio real para los hogares más allá de sus programas asistenciales que en su mayoría solo perpetúan las condiciones de pobreza al no desarrollar activos y/o capacidades para las actividades productivas”.
Para los especialistas financieros, los más de 11 mil 500 programas y acciones sociales que tiene inventariados en el Coneval, han tenido un efecto muy limitado y no mejora el bienestar de las familias.
“Es importante señalar que el presupuesto ejercido tan sólo en los programas y acciones federales en 2022, ascendió a mil 391 miles de millones de pesos, lo que significó 18.4% del gasto total”.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado también llamó a las dos candidatas y al candidato a abordar con más claridad los mecanismos que contribuyan a elevar la eficiencia de los programas sociales.
Afirmó que de la eficiencia que tengan dichas políticas depende el bienestar de los hogares, y no de programas “que sólo tienen un objetivo asistencial o de aquellos que representan compromisos políticos”.
El área dependiente del Consejo Coordinador Empresarial insistió en que para poder reducir la pobreza y la desigualdad, se debe hacer que la economía logre un ritmo de crecimiento elevado.
“El combate a la pobreza en nuestro país ha sido poco exitoso a lo largo del presente sexenio”, sentenció.
Añadió que “más allá de considerar el nivel de ingreso como el principal factor que define la pobreza, existen otros que reflejan diversas necesidades de la población y que están asociados con sus condiciones de vida, que en algún momento pueden inhibir la satisfacción de sus necesidades básicas.
Como se ha señalado anteriormente, las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) disponibles para 2022, indican que 46.8 millones de personas están en situación de pobreza, esto es 5.1 millones menos que en 2018.
“No obstante, la población en situación de pobreza extrema aumentó en 400 mil personas”, comentó en su reporte. Sin embargo, los indicadores de carencia social no necesariamente son tan favorables.
El CEESP resaltó que el indicador refleja la carencia por acceso a servicios de salud, en donde se reporta un aumento de 30.3 millones de personas en esta condición, que en buena medida se atribuye a la desaparición del seguro popular.
La población en el país con rezago educativo aumentó hasta 1.6 millones de personas, aseguró el reporte.