La experiencia nos dice que todos los hombres investidos de poder tienden a abusar de él, escribió el Barón de Montesquieu hace 276 años en El Espíritu de las Leyes, en donde ya vislumbraba la importancia de la división de poderes…
Desde el siglo XVIII advertía que cuando el Poder Ejecutivo y el Legislativo se reunían en el mismo cuerpo, no podía haber libertad política y toda libertad se habría perdido si un mismo grupo u hombre domina los tres poderes.
A los legisladores que ahora ni siquiera leen lo que votan, sino que están atentos al teléfono o a una seña en el Pleno de alguna de las Cámaras para recibir indicaciones sobre el momento en que levantarán la mano a favor o en contra, les haría bien echarle una revisada a la obra de Charles-Louis de Secondat; ocupan un escaño o una curul, no para obedecer a un hombre, sino para representar a la sociedad.
Ahora que estamos en plena campaña electoral debemos reflexionar sobre el significado del Plan C: mayoría absoluta para que un partido o un hombre o mujer, controle y decida lo que quiere, sin tener obstáculos en el camino, desde el Poder Ejecutivo y con la obediencia del Legislativo, incluso modificar el Poder Judicial.
La importancia del Poder Judicial salta a la vista en este momento. Es un contrapeso de las decisiones de una sola persona, ni siquiera de un partido o un proyecto; tiene errores y deficiencias que deberán cambiarse, pero tal vez no ahora, sino en un momento de mayor equilibrio, pues esa voluntad que ahora domina a una parte de las Cámaras desde el Ejecutivo, impondría medidas desde una sola visión.
…Solo hay que recordar el camino y la forma en que han avanzado las reformas a la Ley de Amparo, y la posibilidad casi palpable de que se impida a los jueces otorgar la suspensión de normas, en muchos casos, en detrimento del derecho de los ciudadanos.
El Plan C no parece ser la mejor opción para una democracia que no está consolidada y en donde el rencor y una sola visión imponen el camino que debe seguir México.
#LoboSapiensSapiens
El (medio) hermano incómodo
A quien le salió un hermano incómodo fue a Rommel Pacheco. Se trata de Irak Abraham Greene Marrufo, que ha realizado negocios con gobiernos encabezados por algunos políticos amigos, justo en el lapso en el que él era diputado, como es el caso del interinato de Carlos Miguel Aysa, en Campeche; o durante la administración de José Rosas Aispuro, en Durango.
Greene Marrufo fue agente del Programa de Apoyo a la Capacitación; jefe de despacho del secretario; jefe de análisis y estudios económicos, y director de Vinculación y Fomento Empresarial Turístico en la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo de Yucatán (2009-2012) durante el gobierno de la priista Ivonne Ortega Pacheco.
Irak Greene Marrufo es fundador de Greene Corp SA de CV y es accionista de firmas como Rompac SA de CV y Thermo Health S de RL de CV, donde Rommel Pacheco tiene participación accionaria, ambas constituidas en 2020 en Yucatán.
@chimalhuacano