El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, partió de China este lunes, tras una visita relámpago en la que el fabricante estadounidense de automóviles eléctricos obtuvo el visto bueno de las autoridades chinas en materia de seguridad de datos.
El multimillonario se subió a su jet privado en el aeropuerto de Pekín y abandonó el país. Según la aplicación china de seguimiento de vuelos Utrip, se dirige a Alaska.
Musk había llegado el domingo a China, el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos, en su segunda visita en menos de un año.
Durante su corta estadía se reunió con altos funcionarios chinos, incluido el primer ministro Li Qiang, con el objetivo de garantizar la perennidad de su empresa en el gigante asiático.
Los modelos fabricados en China por Tesla fueron incluidos oficialmente en la lista de vehículos que cumplen los requisitos nacionales de seguridad de datos. Esto supone la eliminación de un importante obstáculo normativo.
Tesla está también cerca de recibir luz verde de las autoridades para utilizar su tecnología de manejo asistido en China, gracias a una asociación con el gigante local de internet Baidu para mapas y navegación, según Bloomberg.
A pesar de la competencia de empresas chinas como BYD, los vehículos de Tesla figuran entre los coches eléctricos más vendidos en China.