Al asegurar que mientras pueda seguirá en la escena política y mostrarse “agradecido” por todo lo vivido, José Mujica, expresidente de Uruguay e ícono de la izquierda, reveló ayer que tiene un tumor en el esófago con pronóstico “muy comprometido”.
El exmandatario de 88 años, convertido en personaje de culto por su estilo austero y alejado de protocolos, sus ideas progresistas y su defensa del planeta, informó en una conferencia de prensa que supo del tumor el viernes pasado durante un chequeo médico.
“Es doblemente complejo en mi caso porque padezco una enfermedad inmunológica hace más de 20 años que me afectó entre otras cosas los riñones, lo cual crea dificultades para técnicas de quimioterapia o de cirugía”, explicó, en relación a la vasculitis que le diagnosticaron en 2004.
La médica personal de Mujica, Raquel Panone, indicó que “no está confirmado” que el tumor sea maligno, aunque “la imagen es sugestiva”.
Su delfín Yamandú Orsi, favorito según las encuestas a convertirse en el candidato presidencial del FA para las elecciones de octubre, se dijo consternado con la noticia del tumor, pero alentado por el ejemplo de vida de su mentor.
Mujica, que no tuvo hijos, vive con su esposa Lucía Topolansky, exguerrillera como él y exvicepresidenta de Uruguay entre 2017 y 2020, en una granja en las afueras de Montevideo, donde él mismo se ocupa del cultivo de hortalizas. /AFP