Hasta el 22 de abril, casi 35 mil civiles palestinos fallecieron en Gaza, entre ellos 14 mil 685 niños, según la Oficina del Alto Comisionado, que citó a las autoridades sanitarias del enclave.
Aunque están protegidos por las leyes de la guerra, son los que están pagando desproporcionadamente el precio más alto en esta guerra, advirtió la oficina de Naciones Unidas, cada 10 minutos muere o resulta herido un niño.
Mientras tanto, las expectativas de una tregua y la liberación de los rehenes se reactivaron ayer con una reunión en El Cairo de una delegación de Hamás con los mediadores, tras casi siete meses de guerra entre el movimiento palestino e Israel.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó desde Arabia Saudita que se siente “optimista” de que el movimiento islamista palestino acepte la propuesta israelí, que calificó como “extraordinariamente generosa”.
Hasta ahora, todas las negociaciones no han logrado llegar a un acuerdo que incluya una tregua, la liberación de rehenes israelíes y más ayuda humanitaria.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, presente en el encuentro, pidió a Estados Unidos impedir que Israel lance una ofensiva contra Rafah.
La guerra estalló el 7 de octubre, con el ataque sin precedentes en el sur de Israel, en el que murieron mil 170 personas, sobre todo civiles, según un recuento a partir de datos oficiales. Los islamistas secuestraron a unas 250 personas y 129 siguen retenidas en Gaza, de las que unas 34 habrían fallecido, según las autoridades israelíes.
Como represalia, Israel prometió “aniquilar” a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, y lanzó una campaña militar contra el territorio que suma 34 mil 488 muertos.
El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está bajo presión de las familias de los rehenes para alcanzar un acuerdo.