Mediante un acuerdo al que llegó el pelotero mexicano Julio Urías con las autoridades de Los Ángeles, el beisbolista evitó pisar la cárcel tras concluir la investigación en su contra por violencia doméstica, con una condena de 36 meses en libertad condicional, 30 días de trabajo comunitario y la obligación de tomar un curso en contra de los delitos de los que fue acusado durante 52 semanas.
Además de dichas resoluciones, el mexicano logró negociar el pagar una multa que irá destinado a un fondo para combatir violencia doméstica y una cantidad para reposición de daños a la víctima agredida el pasado mes de septiembre.
Urías no podrá poseer ninguna arma y también tendrá que cumplir con una orden de protección, después de ser sentenciado por un segundo cargo de agresión doméstica y otros por causar heridas a su pareja sentimental.
El equipo legal del expitcher de los Dodgers señalaron que las lesiones de la víctima y los antecedentes penales del acusado no justificaron la presentación de un delito grave y como consecuencia el caso fue remitido al fiscal de la ciudad para ser catalogado como un delito menor.
Una vez conocida la resolución de las autoridades en Estados Unidos, Julio Urías queda pendiente por conocer la investigación privada que ordenaron las Grandes Ligas sobre las acusaciones por violencia doméstica contra el jugador de 27 años, quien desde que fue conocida la denuncia en su contra fue puesto en licencia administrativa, sin acabar la temporada pasada en activo con la novena angelina.