El ingeniero agrónomo Octavio Romero Oropeza heredará a su sucesor un Pemex en quiebra técnica, con pasivos multimillonarios en dólares, deudas con proveedores y con la mayor caída de producción y exportaciones de crudo nacional en la historia.

 

Romero Oropeza no sólo no ha podido rescatar a Pemex, pese a que el gobierno le ha transferido poco más de 2.2 billones de pesos para rescatarla.

 

Pero, entre la incompetencia y los actos de corrupción que dicen que no existen, pero de la que todos los proveedores y contratistas se quejan, Pemex es un cascarón.

 

Pemex redujo en 71.5% las exportaciones diarias de crudo a Estados Unidos en las primeras semanas del pasado abril, para, supuestamente, canalizar materia prima a la refinería de Dos Bocas, que sigue sin producir ni siquiera lodo.

 

Aunado a ello, la producción de crudo es la más baja desde hace 45 años, lo que se traduce en una reducción de ingresos para la empresa, lo que agudiza su crisis financiera.

 

Y aunque en el mundo de caramelo que presentó Romero Oropeza la semana pasada en La Mañanera, México importa de Estados Unidos el 80% del gas y poco más del 60% de gasolina.

 

La situación de la empresa preocupa al gobierno de Joe Biden, quien el mes de abril envió a su asesor Amos J. Hochstein para buscar soluciones a la problemática de la empresa, que lo mismo adeuda a proveedores nacionales que extranjeros.

 

Sin embargo, Hochstein no fue recibido por Oropeza, lo que generó que las diferencias que el director de Pemex sostiene con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, se profundizaran.

 

Pemex está lejos de ser la empresa exitosa que presume el ingeniero agrónomo.

 

La Securities Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos estimó, al final de 2018, que Pemex tenía un patrimonio total negativo de 1 billón 417.5 mil millones de pesos, pero para el primer trimestre de este año, dicho capital se fue hasta 1 billón 577.1 mil millones de pesos.

 

Y si Pemex está como está, se debe también en buena medida a las decisiones del director administrativo, Marco Herrería, y del director de finanzas, Alberto Vázquez (a quien se recuerda por hacer la primera reunión de funcionarios de la 4T con analistas bursátiles, en 2019), no han sido capaces de un plan de negocios de mediano plazo, sino que van con el día a día lo que ya ha encendido nuevamente los focos rojos de las calificadoras internacionales.

 

Oropeza no solo le miente al Presidente, sino a todo el país.

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Sorpresivamente, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena retiró el proyecto de sentencia mediante el cual proponía anular la extinción de algunos fideicomisos, entre ellos el del Fondo para la Atención de Desastres Naturales.

 

Estaba previsto que el tema se tratara ayer, en la reunión del pleno, pero el ministro retiró su proyecto con el argumento de que había recibido algunas opiniones que consideraba importantes incluir en uno nuevo, cuya fecha de presentación es incierta.

 

Por lo pronto, no será antes de que concluya el proceso electoral, pues este tema lleva muchos meses en la Corte sin que se concluya si la decisión de la mayoría morenista en el Congreso fue constitucional o no.

 

Ya para cuando se emita un fallo, el dinero se habrá evaporado y ahí sí, ni cómo recuperarlo.

 

Lo caido, caido. Sin acento.

 

    @adriantrejo