Trabajadora sexual, modelo erótica, licenciada en Ciencias de la Comunicación, maestra en Antropología Social, son capítulos en la vida de Vainilla -su nombre artístico- que han sido duros; sin embargo, como madre Xanat Bucio, como dijo llamarse, ha enfrentado los prejuicios y los ataques del bullying contra su hija, los cuales confesó, fueron más terribles.
Este sector de mujeres que hizo de las actividades sexuales una forma de sustento, enfrenta diferentes adversidades que no le demerita su compromiso como madres de familia, pero los estigmas llegan a sus hijas e hijos, quienes suelen ser víctimas de bullying.
Vainilla, explicó en entrevista para este diario, que es madre de familia y cuenta con estudios de licenciatura, maestría y actualmente cursa un doctorado; sin embargo, estas credenciales se ven demeritadas por ser también una trabajadora sexual enfocada al modelaje erótico.
“Desafortunadamente hay tanto personas adultas como niños que pueden ser muy hirientes cuando llegan a darse cuenta de la magnitud que puede tener este estigma, cuando atacas a un niño, a un menor de edad, cuando le dices ‘tu mamá es puta, tu mamá es esto, tu mamá es aquello’”, lamentó.
Ante este tipo de situaciones adversas que se presentaron con su hija, subrayó que desde su labor como madre le correspondió darle las herramientas para que desde una madurez pudiera atenderlo y hallar una solución, así como, en su momento, también tomar las cartas necesarias en el asunto, pues se trataba en aquel tiempo de una menor de edad.
Al estar cerca el 10 de mayo, Vainilla consideró que su labor como trabajadora sexual no le representa ningún problema ni influye nada en la manera en que celebra el día, pues para ella esa labor la desempeña al igual que sus demás aspectos como profesionistas.
Por ello, dijo, es necesario visibilizar que las mujeres, sean mamás o no, tienen derecho a ejercer su libertad sexual sin ser víctimas de estigmas, y menos sus familias como lo son hijas e hijos.
Vainilla subrayó que lo determinante es hablar el tema con las hijas e hijos y explicar la sexualidad como “algo meramente normal”, que se trata de algo que las personas pueden disfrutar también a partir del erotismo y las fantasías, y dejar de abordarlo como malo o negativo, pero sí con mucha responsabilidad.