A Steve Albini no le gustaba que lo nombrarán como productor ya que se consideraba más un ingeniero de audio. Para él con que dijera “Grabado por Steve Albini” bastaba y tenía sentido, pues engloba más allá de una simple producción.
Esta semana se dio a conocer que Steve Albini murió a causa de un paro cardíaco. Con 61 años, el estadounidense se volvió un referente musical, pues grabó con distintos artistas algunos discos que marcaron la historia del rock.
Albini cobraba, por supuesto, pero su forma de trabajar era a un precio justo y sin abusar, ya que este no aceptaba las regalías de los temas en los que contribuía, esto para apoyar a la escena independiente, principalmente.
“Sólo me interesa trabajar en discos que reflejen legítimamente la percepción de la banda sobre su música y su existencia”, escribió Steve en una carta a Nirvana antes de grabar In Utero de 1993.
Además de que siempre mostró el lado oscuro de la industria musical, pues consideraba que algunos personajes mentían sobre sus dichos acerca del “amor al arte” ya que cuando él proponía algún sonido y no lo consideraban “comercial” ahí se veía otro tipo de interés.
“Alta calidad, pero mínima producción”, era el sello de Steve Albini y muestra de ello se puede reflejar en álbumes como Rid Of Me de PJ Harvey, Surfer Rosa de Pixies y uno del que poco se habla, Victims Of Love Propaganda de la banda mexicana Descartes A Kant lanzado en 2017.
“Fue un momento muy fortuito porque se dio la oportunidad de producir un disco con Steve Albini que para nosotros fue algo simbólico ya que crecimos con los discos que él hizo de Pixies, Nirvana”, me compartió la banda tapatía hace algunos meses sobre este trabajo del cual no se ha hecho eco. Es una de las bandas mexicanas que grabó con él.
Este material, de acuerdo a DAK, cuestiona todos los aspectos del amor moderno a través de una serie de historias oscuras de aflicción, limerencia, ruptura y dolor. Podría decir que es uno de sus mejores trabajos de la banda.
EL MÉTODO ALBINI
Y es que si algo debemos agradecer a Steve Albini es que consideraba a las bandas más importantes y no veía su labor en el estudio como un “proyecto”. Todo esto lo compartió con Nirvana antes de trabajar con ellos y ahora cobra sentido en su “estilo”.
Para él, los errores en el resultado final se quedaban en la grabación pues esto lo hacía genuino y no algo lineal. Además de que remezclar no era lo suyo, pues consideraba que eso era para “inexpertos” (por decirlo con palabras suaves) que no sabían afinar una batería o poner un micrófono.
De igual forma, la última palabra sobre el sonido era de la banda ya que consideraba que estas debían compartirla al productor para llegar a algo en común y obtener el resultado final.
Eso era Steve Albini, un verdadero genio en la producción. Podríamos hablar de otros, pero Albini era el verdadero rockstar en su ramo. Rest in power.
Seguimos…
@Leo_Vega