Durante la tarde del 13 de mayo de 1981 en Roma, Juan Pablo II acababa de abrazar y bendecir a una niña y a sus padres cuando de pronto disparos resonaron entre la audiencia realizada en la columnata de Bernini, que finalmente dejaron ver la trágica escena del Pontífice herido en el suelo.
A pesar de que los documentales, libros y testimonios recogidos durante aquellos dramáticos momentos son numerosos, aún se tiene muy poca información acerca del trágico evento ocurrido hace poco más de 40 años.
Tras lo ocurrido, se consiguió la detención del presunto tirador, el turco Alí Agca, terrorista supuestamente militante del grupo de extrema derecha ‘Lobos grises’, quien habrá sido el responsable de las dos detonaciones hacia el papa, pero sin dar alguna razón clara.
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Autoridades eclesiásticas revelan que segundos después del atentado cuando el Papa cayó herido por los dos impactos de bala este habría susurrado a su secretario y ahora cardenal, el polaco, Stanislaw Dziwisz, “Hicieron como en Bachelet”, en alusión al asesinato del vicepresidente del Consejo superior de la magistratura italiana por las Brigadas Rojas un año antes.
Posteriormente, testimonio señalan que el traslado en ambulancia se realizó rápidamente, pero sin escoltas por las congestionadas carreteras de Roma hasta la unidad médica Gemelli mencionando que incluso la ambulancia se habrá equivocado de camino y por poco consiguió evitar un accidente que pudo haber retrasado aún más la llegada del líder eclesiástico al hospital.
Por si fuera poco tras su arribo al hospital la atención fue complicada, pues fue un momento usted sus para el personal médico y no conseguían obtener una buena comunicación entre todas las áreas y el quirófano destinado a las emergencias se encontraba cerrado y no contaban con la llave por lo que tuvo que ser abierto a golpes.
Francesco Crucitti, jefe del equipo médico del hospital, confesó sentirse asombrado ante la extraña trayectoria de una de las balas que recorrió en zigzag el abdomen del pontífice, saliendo por la pelvis pero sin tocar ningún órgano importante.
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Por otro lado, el autor del atentado, Alí Agca, no brindó muchas declaraciones para la reconstrucción del atentado y, de acuerdo con el juez, Ilario Martella el tirador cambió al menos 52 veces su versión de los hechos.
Finalmente, se decretó que Agca pasaría 19 años en una cárcel de Italia antes de que el presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi lo indultara en junio del 2000, entregandolo a Turquía, donde tuvo otra condena hasta su liberación en 2010.
Diferentes investigaciones apuntaron que detrás del atentado estuvo el servicio de espionaje militar de la extinta Unión Soviética (URSS) y que los servicios secretos de Alemania del Este y de Bulgaria conocidos como ‘Pista búlgara’ también se vieron involucrados, sin embargo, el tirador llegó asegurar que trae su acción se encontraba Irán y el mismo Vaticano.
OD