Las elecciones en India, las cuales llevan seis semanas, se renaudaron e incluyeron la región de Cachemira, dividida entre India y Pakistán, donde los votantes expresan su descontento con la cancelación de la semiautonomía y las medidas de seguridad implementadas por el primer ministro Narendra Modi.
A pesar de que Modi sigue siendo popular en gran parte del país y se espera que su Partido nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP) gane, la decisión de su gobierno en 2019 de poner a Cachemira bajo su gobierno directo y la posterior represión, generó resentimiento entre los residentes de la región, que votaron el lunes por primera vez desde la medida.
El funcionario Habibullah Parray declaró que “ha votado a favor de cambiar el gobierno actual. Debe suceder que nuestros hijos tengan un buen futuro”.
Los boicots, los cuales convocaron los grupos rebeldes dejaron a pocos de Cachemira dispuestos a participar en elecciones pasadas, con poco más del 14 por ciento de los votantes elegibles en Srinagar que votaron durante la última votación nacional de 2019.
Para cuando se cerraron las encuestas el lunes, casi el 36 por ciento de los votantes elegibles en la circunscripción emitieron una votación, muy por debajo de la participación promedio de la India, pero la cifra más alta en la circunscripción en casi tres décadas.