En las elecciones de ayer que tuvo como vencedor al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente Pedro Sánchez, los partidos independentistas perdieron su mayoría en el Parlamento regional de Cataluña, seis años y medio después de la tentativa de secesión en 2017.
Con la mayoría de votos escrutados, las tres formaciones separatistas que hasta ahora sumaban mayoría, entre ellas la de Carles Puigdemont, se quedarían en 59 escaños, por debajo de la mayoría absoluta de 68, mientras que los socialistas obtendrían 42 diputados.
Pese a que los socialistas vencieron con ventaja los comicios en esta región clave de ocho millones de habitantes, la formación liderada en Cataluña por Salvador Illa, exministro de Sanidad durante la pandemia y cercano a Sánchez, tendrá que tejer alianzas para tratar de formar un Gobierno.
Su situación parece, sin embargo, más cómoda que en las últimas elecciones de febrero de 2021, cuando sus 33 escaños y su triunfo en votos resultaron estériles ante la mayoría de 74 escaños que sumó el bloque separatista.
Una fórmula posible para los socialistas podría ser sumar el apoyo de la izquierda radical, que ya forma parte del gobierno central, y seducir a Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), del cual obtiene apoyo parlamentario en Madrid.
Este último movimiento supondría la ruptura de ERC con casi una década de colaboración separatista, que alcanzó su clímax en 2017.
En aquel otoño, el gobierno regional presidido entonces por Carles Puigdemont organizó un referéndum de autodeterminación declarado ilegal por la justicia, que acabaría derivando, después en una fallida declaración de independencia, en una de las crisis políticas más graves de la España contemporánea. /CON INFORMACIÓN DE AFP