Hector-Zagal
Foto: Especial. Creo que el prejuicio sobre la enfermería todavía existe, y es importante deshacernos de él.  

Hace poco tiempo me operaron. Fue algo muy sencillo, pero debo confesar que soy miedoso en los hospitales. Esa atención tan repentina y las miles de preguntas que hacen sobre mi condición me pone nervioso. 

Por suerte, tengo seguro privado. Cuando voy al hospital, las y los enfermeros me hablan por mi nombre, están pendientes de mí, les preocupa que me guste la comida y no se les nota ese estrés que tienen en hospitales públicos. Eso mejora muchísimo mi estancia.

Hoy que es 12 de mayo se celebra uno de los trabajos más reconocidos en los últimos años: la enfermería. Aunque suele ser un trabajo soslayado o visto como de segundo nivel, después de la pandemia podemos asegurar que no lo es. Es un trabajo importantísimo que salvó millones de vidas del 2020 al 2023. 

Durante la edad media y el virreinato, esta profesión fue tomada por órdenes religiosas. Las monjas y los frailes practicaban enfermería día a día. En la Nueva España, Alonso de Montúfar advocó un hospital en nombre de San Hipólito, cuya orden se especializaba en la caridad. En ese hospital se encargaban de todas las enfermedades mentales y vagabundos. 

Lo celebramos este día porque conmemoramos el cumpleaños de Florence Nightingale, pionera de la enfermería moderna. Mucho de su trabajo se concentró en la mejora de condiciones sanitarias en hospitales, especialmente durante la Guerra de Crimea en el siglo XIX. Popularmente se le conoce como «Lady of the lamp» o la dama de la lámpara, pues se paseaba en la noche con una pequeña velita que iluminaba a los pacientes y le permitía trabajar con ellos. 

En esos terribles años de pandemia que aterrorizaron a todos, fuimos mucho más conscientes del arduo trabajo que tienen los enfermeros. Las enfermedades nunca han descansansado, y tampoco ellos. Yo, por ejemplo, podría no escribir algunos días y nadie se vería afectado –aunque mi contador no me lo recomiende. Si un enfermero decide irse de «pinta» podría dejar a un paciente necesitado, en estado de emergencia. 

Creo que el prejuicio sobre la enfermería todavía existe, y es importante deshacernos de él. Pues aunque no se ejerza la delicadísima técnica de un cirujano, no podemos decir que es un trabajo menor. Definitivamente merecen nuestra comprensión y más que eso, un mejor salario que compense todas esas desveladas. 

DG

Profesor de la Facultad de Filosofía en la Universidad Panamericana