Dos Luis Donaldo Colosio, dos voces en el desierto.
Dos posiciones con 30 años de diferencia.
El primero, Colosio Murrieta, apostó su suerte política cuando frente a toda la nomenklatura priista resumió su recorrido por la República y su conclusión infalible:
–Veo un México con hambre y sed de justicia.
La frase fue acompañada de muchos señalamientos más aquel 6 de marzo de 1994, en un aniversario más del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Algunos de sus enunciados:
-Me propongo ceñir el poder presidencial a sus límites constitucionales.
La población entera sometida por la soberbia del centralismo y de las oficinas públicas.
-No quiero, ni necesito, un voto al margen de la ley.
Pese a todo su dinamismo, el discurso de su consagración tras el no se hagan bolas de Carlos Salinas, el sonorense no salió contento de aquel impresionante acto en el Monumento a la Revolución.
DECLINACIÓN IMPROBABLE
Se le veía reflexivo.
Luis Donaldo Colosio estuvo aquel domingo muy pensativo y extraordinariamente parco en muchas de sus respuestas desde el momento de dirigirse al encuentro de los suyos.
Sólo él sabe si era por marcar distancia con Carlos Salinas, como muchos leyeron aquel discurso similar al dicho de Claudia Sheinbaum cuando describió a Andrés Manuel López Obrador como un hombre ambicioso de poder.
En la Blazer, manejada por Colosio Murrieta, lo acompañábamos el cronista Miguel Reyes Razo en la posición del copiloto y atrás su jefe de prensa Ramiro Pineda, y Juan Arvizu y yo como reporteros.
-¿Mostró su discurso al presidente Salinas?
-No -inclinó la cabeza sobre el volante en un alto por Avenida Patriotismo-, qué se lo iba a enseñar.
Hoy, otro Luis Donaldo Colosio, éste Colosio Riojas, intenta motivar la unidad de la oposición mediante la declinación del tercer lugar a favor del segundo.
¿Jorge Álvarez a favor de Xóchitl Gálvez?
Aquí lo narramos la semana anterior: de eso habló el círculo cercano de la hidalguense, pero se frustró porque dos de ellos salieron con la versión y reventaron esa posibilidad.
Además, Colosio Riojas lo sabe, ninguno de los emecistas decisivos –Dante Delgado y Jorge Álvarez, en ese orden- se mandan solos.
GOBIERNO DE VENGANZAS
1.- Un colosista, Agustín Basave, asesora a Luis Donaldo Colosio Riojas.
Lo ha madurado.
Él y el empresario Ricardo Canavati Tafich, de gran ascendencia en la familia, le recomendaron contener sus ambiciones presidenciales en 2024.
Hoy es distinto de quien se estrenó en la política como presidente municipal de Monterrey en 2021, pero a la vez ha reafirmado posiciones.
Se ha vuelto muy crítico, sobre todo con el régimen, y eso le ayuda mucho en su campaña en pos de una senaduría de voto directo por MC.
Pero habla, como no lo hacía, sobre la necesidad de enfrentar al gobierno y a su partido, Morena, para sacarlos del poder y pensar más en México.
¿Por qué lo hace?
Porque “este gobierno se ha dedicado más a la venganza que a la justicia”.
Y no desea un Congreso morenista porque sus legisladores son “unos agachones del poder presidencial”.
Y 2.- Nadie lo duda:
Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora Evelyn Salgado, tiene su público.
Y cuando se acerca el cierre de campañas, ha reforzado su presencia en distintas regiones de Guerrero para apoyar a los candidatos de su partido.
@urenajose1