El Parlamento de Georgia aprobó una ley controversial sobre la transparencia de la actividad de agentes extranjeros, a pesar de la oposición interna y de las potencias occidentales, quienes la comparan con medidas normativas que utiliza el Kremlin para silenciar la disidencia.
Con 83 votos a favor y 30 en contra, la ley se aprobó en su tercera lectura. Además de la aprobación, la mayoría evidenció que el partido gobernante, Sueño Georgiano, tiene la mayoría en el Parlamento del estado.
Previo a la votación, cientos de personas se reunieron frente al Parlamento, donde discutieron diputados del partido en el poder y legisladores de la oposición con el objetivo de que se retirara el proyecto de ley. Durante la transmisión en vivo de la sesión plenaria se observó como los manifestantes increparon a los diputados oficialistas con gritos de “¡esclavos rusos!”.
El vicepresidente del Parlamento, Archil Talakvadze mencionó que el “Sueño Georgiano logró imponer su voluntad“, al responder a las acusaciones de apartarse de la ruta europeísta, comprometiéndose “con la senda europea y la protección de la soberanía georgiana”.
Las autoridades defendieron la necesidad de esta ley, al señalar que más del 80 por ciento de estos ingresos no son transparentes y podrían utilizarse para desestabilizar antes de las próximas elecciones parlamentarias del 26 de octubre.