La actriz Judith Godrèche, voz cantante del #MeToo en Francia, y su cortometraje que da voz a las víctimas de abusos sexuales, la legendaria intérprete Meryl Streep y la joven Anya Taylor-Joy, la guerrera de Furiosa, fueron ayer las protagonistas de esta primera jornada de competición del Festival de Cannes.
Moi aussi (traducida como Yo también), el esperado cortometraje de Godrèche, que denunció por violación a dos cineastas que, supuestamente, abusaron de ella en su adolescencia, recoge el testimonio de un millar de víctimas de abusos sexuales.
El cortometraje, proyectado fuera de competición, es una forma de poner rostro a las víctimas, afirmó Godrèche.
“El cine tiene una función simbólica, casi divina. Ser la actriz principal de un filme que va a Cannes te da un estatus. Decir que las personas anónimas que están en la película serán los actores principales de una película en Cannes: es ese estatus el que me interesa”, dijo la intérprete de 52 años.
El cine francés está inmerso en una oleada de denuncias contra abusos, en la estela del movimiento #MeToo, que sacudió la industria en todo el mundo en 2017 tras el caso del poderoso productor Harvey Weinstein.
UN CAMBIO GLOBAL
Por otro lado, la estrella de Hollywood Meryl Streep, de 74 años, fue otra de las protagonistas de la jornada, luego de haber recibido una Palma de Oro honorífica.
Streep reveló, en una charla con el público, un sinfín de anécdotas de las decenas de películas que ha rodado, entre ellas Kramer contra Kramer, La decisión de Sophie y otras.
La legendaria actriz, con 21 nominaciones al Óscar y tres estatuillas, celebró el papel de las mujeres en la industria.
“Actualmente las mayores estrellas del mundo son mujeres”, afirmó, ante el público y añadió que se sentía “intimidada” por actrices como Reese Witherspoon y Nicole Kidman que crearon su propia productora.
Streep también dijo que si algunos de sus papeles protagonistas son tan memorables es “porque era la única mujer en la película”.
La actriz francesa Léa Seydoux dijo por su parte que constata que ahora “hay respeto en los rodajes, ya no existe esa familiaridad, incluso para las escenas íntimas”.
“Siento este cambio global, el respeto está más presente”, añadió la intérprete, una de las mujeres que denunció el comportamiento de Weinstein.
Uno de los estrenos más esperados del certamen, Furiosa, una nueva entrega de la saga Mad Max, se proyectó fuera de competición.
En la alfombra roja, su protagonista, Anya Taylor-Joy, de 28 años, cambió su look bélico de la película por un escotado vestido color perla y un recogido de corte clásico.
En esta precuela de la franquicia creada por George Miller, la actriz, da vida a una guerrera que es secuestrada por una banda de villanos y tiene que superar numerosas pruebas para sobrevivir.
El lado feminista de Mad Max
Una guerrera que pulveriza a un patriarcado de bárbaros en un filme de acción frenético, en plena ola de #MeToo en el cine: Furiosa, la nueva Mad Max, lo tiene todo para convertirse en un gran éxito.
“Yo digo que una película tiene que verse con los oídos y oírse con los ojos”, comentó su director, George Miller, quien además detalló que “al principio necesitaba una historia, el tema de la huida podía servir para bastantes cosas, pero si hubiera sido un hombre el que hubiera liberado a mujeres perseguidas en un mundo diabólico por un tirano, habría sido otra historia”.
La cinta llegará a pantallas mexicanas a partir del 23 de mayo.