La Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa) trabaja en coordinación con las autoridades federales e instituciones estatales durante el combate de incendios forestales para mitigar los daños ambientales.
Su respuesta va enfocada al trabajo conjunto de acciones para el control del fuego, la protección de la fauna y flora afectadas, y la evaluación de los impactos ambientales.
Entre las medidas que podrían tomar se encuentran la supervisión del cumplimiento de las normativas ambientales durante las operaciones de combate al incendio, y la implementación de estrategias de restauración de los ecosistemas afectados una vez que el fuego ha sido controlado.
La Profepa también puede participar en investigaciones para determinar las causas de los incendios y, en caso de encontrar indicios de responsabilidad criminal o negligencia, iniciar acciones legales correspondientes.
La Comisión Forestal de Michoacán desplegó un grupo de brigadistas al cerro conocido como Cuanajillo, por un incendio en la parte medía del mismo.
Mandos de esa corporación confirmaron la conflagración, aparentemente provocada; sin embargo, este no se ha logrado controlar, por lo que no hay un estimado del número de hectáreas afectadas.
El siniestro se encuentra cerca del cerro del Águila, área protegida por el número de hectáreas de arbolado, de allí la urgencia de controlarlo.