El 15 por ciento de los 122 cenotes que hasta ahora han sido detectadas por ambientalistas en el tramo 5 sur de la obra del Tren Maya, han sido totalmente destruidas, sin dolinas, aguadas, sin árboles encima, y en algunos otros casos son rellenadas, denunció el fotógrafo de naturaleza, Elias Siebenborn.
Desde el pasado 7 de mayo el ambientalista y miembro de la asociación Sélvame del Tren reportó que la cueva La Pozita fue totalmente destruida, un sitio donde se había registrado un ejemplar de murciélago orejón brasileño de difícil observación y por lo tanto su hábitat debería estar protegido; sin embargo, ya desapareció el sitio en donde se podría haber estudiado a esta especie.
Esa cueva la encontró en julio de 2023, y le sorprendió porque en su interior pudo observar la majestuosidad de la naturaleza, ya que ahí se encontraba hasta una poceta de agua donde había animales como camarones y algunos vestigios mayas.
REFUGIO Y BEBEDERO
El fotógrafo destacó que estas cuevas y cenotes tienen gran importancia para el medio ambiente, pues no sólo forman parte del sistema de agua potable de la región, sino también son refugio y bebedero de las cientos de especies que habitan en la selva.
Explicó que los ingenieros que están a cargo del proyecto en el tramo 5 sur no están preocupados en proteger las cuevas, “lo que les preocupa es que no se caiga el tren y que esté todo a tiempo; hay mucho deterioro y está totalmente fragmentado el hábitat”, opinó.
Este explorador de cavernas que, como detalló la prensa nacional en mayo del año pasado, cuenta con estudios de arqueología, historia y naturaleza, se ha encargado de documentar en video y fotografía las afectaciones del megaproyecto y aseguró que las repercusiones de las obras ya se están percibiendo en sitios más alejados de los trabajos, precisamente por la interconexión del acuífero.
“El cenote Puerta Maya en Akumal está teniendo muchos problemas al ser un lugar turístico y básicamente el agua está turbia, ya que parte de la cueva se cayó y es debido a la interconexión de las mismas y aunque el trazo está alejado por unos 200 metros, ahí ya ya se puede ser testigo de las consecuencias de la destrucción”, dijo.
Desde hace dos años empezó a recorrer las cuevas y cenotes, coincidiendo con el inicio del desmonte para el tren, y mencionó que ya hay raíces secas, así como un proceso de erosión en el trazo, y, por lo tanto, hay colapsos.
“Varias veces tuve que ver el lamentable hecho y fue debido al desmonte que hicieron, incluso he hablado con trabajadores y me han dicho que es normal porque se quita la vegetación”, reveló.
Al menos 8 cuevas ya han desaparecido
Durante los recorridos que lleva a cabo en estos dos años de exploración, Elias Siebenborn explicó que es en el último año en el que más afectaciones ha detectado en las cuevas, y esto tiene que ver con la aceleración de los trabajos, mismos que recordó están fuera de la ley, porque en el tramo 5 que va de Tulum a Cancún pesa una suspensión definitiva dictada por el juzgado primero de Distrito con sede en Mérida, Yucatán.
De entre las cuevas y cenotes que ya están tapadas o rellenadas hay varias que no tienen nombre, pero de las que sí ya desaparecieron son: La Pozita, Way Tun y El Escondrijo, entre las grandes, mientras que de las “pequeñas” están: Cueva Janet, Halcones, Kuutz Cuevero y Chan Alux, por mencionar algunas