Sin lograr establecer una diferencia en el marcador después de los 90 minutos jugados en Ciudad de los Deportes, Cruz Azul y América se combinaron para una primera final del Clausura 2024 que terminó igualada a un gol, que deja pendiente la resolución del nuevo campeón mexicano para el domingo en el Estadio Azteca.
Con el silbatazo inicial Cruz Azul fue el equipo que mejor logró plantarse en los primeros lapsos del encuentro, que rápidamente condujeron al gol con el que se abrió el marcador, por la vía penal y con Uriel Antuna como protagonista.
Tras ganar un mano a mano ante el guardameta Luis Ángel Malagón, el portero americanista recurrió a una patada sobre el tobillo del mediocampista mexicano, que tuvo como consecuencia la pena máxima que al minuto 9 puso en ventaja a los Celestes.
Tal algarabía del conjunto de la Máquina duró apenas siete minutos, luego de una acción en velocidad por banda derecha en la que Henry Martin asistió al delantero mexicano Julián Quiñones, quien únicamente empujó el esférico al ingresar sin marca por el sector izquierdo del arco local para el 1-1 al 16’.
Ya con el partido nuevamente equilibrado en el marcador, ambos cuadros llevaron la primera mitad a una resolución de mediana intensidad y en la que la toma de decisiones en mediocampo se enfocó en no romper el juego como sucedió en los minutos iniciales.
Aunque el cuadro dirigido por Martín Anselmi logró imponer un mayor control del esférico en la totalidad del encuentro, América supo generar la misma cantidad de acciones ofensivas a partir de ataques dinámicos que incluso condujeron a una salvada en la línea por parte del defensa Willer Ditta, tras una primera intervención de Kevin Mier en un contragolpe americanista.
Dicho escenario se repitió al minuto 67 cuando Quiñones se hizo con un balón al espacio que lo dejó frente a Mier y pese a quitarse al portero de la Máquina, Ditta logró recomponerse a escasos centímetros del arco para reventar el balón y evitar la remontada del América, que entendió mejor cómo ofender al Azul y sobreponerse a su estilo de juego.
Ante el mayor esfuerzo colectivo por retener el balón durante cerca de 70 minutos, Cruz Azul redujo considerablemente su vocación ofensiva al cierre del compromiso y ello produjo que el equipo de André Jardine finalizara con presencia constante en área rival pero sin acciones concretas y dejar la definición de la quinta final entre ambos para el domingo en el Coloso de Santa Úrsula./24Horas