Durante la primera quincena de mayo, la inflación tuvo otro ligero rebote para ubicarse en 4.78%, debido al aumento en productos energéticos y a los insumos agropecuarios, informó el Inegi.
Los niveles de inflación subyacente crecieron a su menor ritmo en tres años, al tiempo que la variación de las mercancías continuó cediendo y los servicios no han mostrado un claro punto de inflexión.
Ante estos indicadores empieza a borrarse la idea de un recorte próximo a las elevadas tasas de interés en México y Estados Unidos que buscan contener el alto costo de las mercancías que inició a partir de la pandemia de Covid-19.
Para Alejandro Saldaña, director de análisis financiero del banco Bx+, el panorama aún es incierto y predominan los riesgos al alza.
Destacó que si bien la dilución de los choques de años pasados contribuirá cada vez menos al proceso de desinflación, la expectativa de un menor ritmo de crecimiento para este 2024 nos lleva a estimar que los precios se pueden moderar.
“No obstante, advertimos que el proceso no será lineal y es altamente probable que la inflación no baje del 4% (límite superior del rango de tolerancia de Banxico) hasta 2025”.
Esto, debido a que, por un lado, dentro del índice subyacente, los servicios mantendrán cierta renuencia a bajar, principalmente por el traspaso de las presiones salariales acumuladas.
Dicha renuencia se agravaría en caso de que la actividad económica resulte más resiliente a lo previsto y/o se desvinculen las expectativas de precios de los agentes económicos.
Por otro lado, agregó, las tensiones geopolíticas actuales y los eventos climáticos (ciclones y sequías) pueden mantener elevados los precios de productos energéticos y alimentarios.
En la última reunión, la Junta de Gobierno del Banxico elevó el pronóstico de inflación, y afirmó que persisten “retos y riesgos que ameritan un manejo prudente de la política monetaria” y que “valorará el panorama inflacionario para discutir ajustes en la tasa de referencia”.
Por otro lado, las condiciones financieras han sido favorables, con el tipo de cambio apreciándose 0.9% desde la reunión del 9 de mayo.
Con todo lo anterior, estimamos que un ajuste en la tasa objetivo podría tener lugar en junio solo si las siguientes lecturas de inflación comienzan a exhibir menor presión, se diluyen algunos riesgos sobre el panorama y las condiciones financieras no se deterioran.
Un análisis de Iván Arias de Citibanamex, anticipó que la inflación general en la primera quincena de mayo fue impactada por los aumentos de los precios de vivienda y alimentos.
“En nuestra opinión la inflación de servicios seguirá una trayectoria descendente gradual hasta que las condiciones en el mercado laboral se relajen”.