En ocho días sabremos quién se perfila como próxima Presidenta de México, no hay duda que será una mujer, la primera en la historia del país en ocupar la máxima magistratura. El 2 de junio será un día histórico, por eso hoy más que nunca el voto se razona.

Para esta elección, los ciudadanos, a pesar del hartazgo que tienen hacia los partidos tradicionales, lograron amalgamar una candidatura en Xóchitl Gálvez que han visto y promovido como opción real para ganarle al oficialismo.

En tanto, la Cuarta Transformación asegura que, por tener al Presidente más popular, que no quiere decir el mejor y, por repartir dinero -que sale de los impuestos de los mexicanos ganará la contienda presidencial del próximo domingo con su candidata Claudia Sheinbaum que ha prometido seguir las mismas políticas de su mentor, Andrés Manuel López Obrador.

Pero a los oficialistas les ha ganado la soberbia a grado tal que se les olvida que durante su administración han dejado a muchos sectores de la población olvidados y heridos.

Por eso hay que recordarles que quizá los padres de niños con cáncer a quienes no les dio tratamientos y acusó de golpistas no voten por ellos; tampoco tienen seguro el voto de los trabajadores del Poder Judicial al que les quitó los Fideicomisos que crearon con su propio dinero.

Y qué decir del voto de las madres que ya no tienen un lugar seguro para dejar a sus hijos mientras salen a trabajar porque les quitaron las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo.

O bien cómo votarán las madres buscadoras a quienes el gobierno de la 4T les quitó recursos y no las quiso recibir. O también las mujeres violentadas que no pudieron ir a un refugio porque también a estos lugares les redujo el presupuesto.

Y cómo votarán las mujeres que cada año salen a marchar el 8 de marzo para pedir justicia, para que las dejen de matar, de violar, de acosar y que la administración capitalina las roció con gas lacrimógeno y en Palacio Nacional levantan murallas de metal para que no dañen la casa del Presidente.

La 4T debe descontar el voto de científicos e investigadores a quienes persiguió hasta quitarles sus becas y privilegió becas y niveles para la esposa del primer mandatario y la familia de Claudia Sheinbaum.

Y qué hay de los deportistas que también fueron acosados desde la Conade que dirige Ana Gabriela Guevara y que hizo a las atletas vender mercancía para solventar sus gastos en competencias internacionales.

O las miles de familias que perdieron a un ser querido a causa de la pandemia de Covid-19.

Y los votos de las familias de los más de 12 mil niños que han sido asesinados en este sexenio, aunado a los 180 mil homicidios dolosos y los 5 mil feminicidios.

Sería bueno sugerirle a la 4T que tampoco cuente con los votos de los productores del campo a quienes les quitó apoyos y que prácticamente tienen que regalar su producción; entre otros sectores.

Por eso, cuando esté frente a la urna y tenga las boletas en mano, no se olvide de los olvidados.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¿Confía en que el Instituto Nacional Electoral estará a la altura de estas elecciones?

 

     @aguilarkarina