Después de hacer pesar su jerarquía colectiva en los primeros encuentros en Minnesota, los Mavericks ganaron el tercer juego de las finales de la Conferencia Oeste y primero ante su gente en Dallas, con un resultado de 116-107 sobre los Timberwolves que dejó la serie 3-0 y a una de los Mavs de las Finales de la NBA.
A pesar del dominio logrado por la quinteta local durante los primeros dos periodos del encuentro, que dejaron un marcador parcial al descanso de 60-52, los Timberwolves lograron empatar el encuentro a 87 puntos para los últimos 12 minutos a jugar en el American Airlines Center de Dallas, en el que incluso a cuatro minutos del final mantenía una paridad de 104 unidades.
29 puntos fueron suficientes para que el equipo dirigido por Jason Kidd terminara por hacer pesar su casa, con una efectividad ofensiva que se tradujo en el 55.9 por ciento de contundencia en sus tiros de campo y un total de 42 puntos a través de los tiros de larga distancia.
En el terreno individual tanto Kyrie Irving como Luka Doncic finalizaron el encuentro con 33 puntos cada uno, además de diez rebotes y nueve asistencias que Anthony Edwards no logró emular como el elemento de mejor producción en ataque de los Timberwolves con 26 puntos.
Con una victoria más para alcanzar la serie final de la temporada, los Mavericks podrán cerrar esta serie y coronarse campeones del Oeste, cosa que no ocurre desde la temporada 2010-2011 cuando dejaron en el camino al Thunder de Oklahoma en cinco juegos.