Tensión. Mientras las alarmas sonaban en Okinawa por el lanzamiento del misil norcoreano, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, abordó su avión de regreso a Tokio.
Foto: AFP | Tensión. Mientras las alarmas sonaban en Okinawa por el lanzamiento del misil norcoreano, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, abordó su avión de regreso a Tokio.  

En un comunicado, la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial de Corea del Norte declaró que el misil que transportaba el satélite espía Malligyong-1-1 explotó en el aire durante el primer vuelo, por lo que “fracasó su lanzamiento”.

La causa del accidente “fue la fiabilidad del nuevo motor de oxígeno líquido y queroseno”, añadió el documento, recogido por medios estatales.

La cadena japonesa NHK difundió imágenes de lo que parecía ser un proyectil en llamas y afirmó que la grabación fue realizada en el noreste de China, coincidiendo con el intento de lanzamiento.

Pyongyang había avisado el lunes a Japón de que planeaba poner otro satélite en órbita, después de un intento exitoso en noviembre y dos fracasos el año pasado.

Cumbre tripartita
El último intento se produjo tan solo unas horas después de que Corea del Sur, China y Japón exigieran la desnuclearización de Corea del Norte, en su primera cumbre tripartita desde 2019.

El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, denunció el lunes que otro lanzamiento socavaría “la paz y la estabilidad regionales y mundiales” e urgió a Pyongyang a desistir de una nueva puesta en órbita.

Por otra parte, soldados de Corea del Sur realizaron un entrenamiento de ataque aéreo para demostrar “la fuerte capacidad y voluntad” del ejército, después de que Corea del Norte notificara a Japón sus planes de lanzar un satélite para el 4 de junio.

Los expertos afirman que los satélites espía podrían mejorar la capacidad de recopilación de información de Corea del Norte y proporcionar datos claves en cualquier conflicto militar.