Hoy, el "efecto Obrador" volvió a colmar el Zócalo de la Ciudad de México en el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum
Foto: Cuartoscuro | El "efecto Obrador" ayudó a que este miércoles 29 de mayo se llenara el Zócalo  

Para cualquier movilización, protesta, mitin, el Zócalo es cómo la Meca, es el sitio con mayor presencia mediática y política, sea la corriente que sea pero también es un monstruo con sus 46 mil 800 metros cuadrados por ocupar; hoy, el “efecto Obrador” volvió a colmarlo en el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum.

Llenar un espacio que abarca casi 7 canchas del Estadio Azteca es una proeza que pocos han logrado.

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La “Marea Rosa” lo ha conseguido en 3 ocasiones en los últimos años pero quien cuenta con el “récord” según sus palabras, es el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en los casi 3 décadas que le tomó llegar al poder, lo ha hecho unas 60 veces:

“Nosotros para poder lograr el cambio lo llenamos 60 veces, y no sólo lo llenamos, lo desbordamos, son las manifestaciones más grandes que han habido en la historia del país” presumía en febrero de 2023, cuando la “Marea” convocaba a su segunda movilización.

Tras él, pocos dirigentes políticos han logrado ese tipo de convocatoria.

Su sucesora -de atenerse a la entrega del “bastón de mando” que le hizo para que asumiera la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en septiembre del año pasado- lo ha hecho en 2 ocasiones: en el arranque de su campaña el 1 de marzo, y el cierre de la misma, este 29 de mayo.

En ninguna de las 2 ocasiones López Obrador estuvo físicamente pero su “marca”, su “efecto” sí estuvo, desde la tradicional consigna “¡es un honor estar con Obrador!” hasta ser parte de los discursos.

En su arranque, Sheinbaum Pardo dijo que su campaña y propuesta de Gobierno se basaba en la enseñanza del actual titular del Ejecutivo; ahora, al cerrar 90 días de recorrido por el país, y casi un año de “no” campaña, si se toma en cuenta la precampaña, el proyecto estuvo atravesado por el pensamiento obradorista.

Y es tal, dicho efecto, que al iniciar el mitin, la candidata morenista a la Jefatura de Gobierno, Clara Brugada dijo que su partido va a ganar el 2 de junio porque:

“Porque este pueblo quiere que continuemos con el legado de Andrés Manuel López Obrador, el mejor presidente en la historia del país; el que transformó el gobierno para hacer realidad el gran compromiso de que ‘por el bien de todos, primero los pobres'”.

Incluso, la propia Sheinbaum Pardo en su discurso de 40 minutos echó mano de conceptos acuñados por el actual mandatario, como sin “maíz no hay país” o el “humanismo mexicano”:

“México ha cambiado profundamente en lo político, lo social, y la consolidación de una nueva forma de pensar, el Humanismo Mexicano. Se ha demostrado que la honestidad, y apoyando al que menos tiene, no solo se procura la justicia social”.

Y si bien, las miles de almas que abarrotaron el Zócalo portaban playeras, gorras, banderas, pendones con el nombre de la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, cuando de gritar porras se trataba, alzaban más la voz al coro de “¡Es un honor, estar con Obrador!” que “¡Presidenta, presidenta!”.

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No le faltó razón, al propio López Obrador al decir hace unos días que:

“Más que una elección, lo del domingo es un referéndum, es un plebiscito, es una consulta. No es nada más elegir a las autoridades, elegir al partido, no, es elegir el proyecto de nación que queremos. ¿Queremos que el país siga habiendo, como antes, un pequeño grupo, una minoría que engañaba porque no había democracia, era una oligarquía con fachada de democracia porque el pueblo no lo tomaba en cuenta?”.

Y, en un momento de su discurso, la candidata presidencial de Morena, en un parafraseo con visos de cita de lo dicho en más de una ocasión por López Obrador:

“Saben que la única opción de futuro está con nosotros (…) ¡gracias! ¡gracias! ¡gracias por tanto! (…) avanzar con un principio humanista, ‘por el bien de todos, primero los pobres'”.

Y, como el propio AMLO ha dicho, la palabra del pueblo bueno y sabio es la que se debe respetar, al preguntársele a los vendedores ambulantes, cuál era el muñequito que más se vendía, entre los “Amlitos” y las “Clauditas”, la respuesta fue clara:

“Se me están quedando los de la presidenta…”.

EAM