La escritora J. K. Rowling, autora de Harry Potter, reveló que se arrepiente de no haber hablado “antes” sobre los derechos de las personas transgénero, pese a las acusaciones de transfobia contra ella, en un texto en The Times.
Rowling, de 58 años, que vive en la ciudad escocesa de Edimburgo, se ha visto acompañada de controversia desde 2018, tras exponer que los derechos de las mujeres pueden verse amenazados por determinadas reivindicaciones de las personas transgénero.
“Hablé porque, de lo contrario, me habría sentido avergonzada por el resto de mi vida. Lo único que lamento es no haber hablado mucho antes”, escribe en un extracto de la colección de textos The Women Who Wouldn’t Wheesht, que recoge ensayos de varias mujeres escocesas.
Te podría interesar: De la NASA a la cumbia
La autora explicó que llegó a creer que “el movimiento sociopolítico que insistía en que ‘las mujeres trans son mujeres’ no era ni bienintencionado ni tolerante, sino que en realidad era profundamente misógino, regresivo, peligroso en sus objetivos y autoritario en sus tácticas”.
Rowling añadió que al principio siguió esta lucha desde lejos, ya que sus allegados le “rogaban que no hablara de ello“, pero que ella estaba decidida a “hablar”.
Aunque niega ser transfóbica, las polémicas suscitadas por sus posturas han empañado para algunos el aura que había alcanzado como escritora de origen modesto que gozó de éxito mundial, con más de 600 millones de libros vendidos con su mundo de magos escolares.
DG