La polémica ley de amnistía a los independentistas catalanes condenados o encausados por la tentativa fallida de secesión de 2017 fue aprobada ayer por el Parlamento español, abriendo la puerta al regreso a España del expresidente regional Carles Puigdemont.
La ley recibió 177 votos a favor y 172 en contra en la Cámara Baja, gracias al apoyo de los diputados socialistas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los independentistas y nacionalistas catalanes y vascos, y la extrema izquierda.
Esta medida, que domina la vida política española desde las elecciones legislativas del pasado julio, podría beneficiar en torno a 400 personas, según una estimación del Ministerio de Justicia.
Los magistrados tienen dos meses para plantear cuestiones al Tribunal Constitucional o a la justicia europea a partir de la publicación de la ley en el diario oficial, lo que podría retrasar los efectos de la ley durante un tiempo. Los sondeos muestran que los españoles están divididos sobre la medida.
Sin embargo, las elecciones regionales celebradas en Cataluña el 12 de mayo, en las que el movimiento independentista perdió la mayoría absoluta en el Parlamento catalán, parecen haber dado la razón a Sánchez.