CALENTAMIENTO GLOBAL
Foto: Especial | Denuncia. La voz de los PEID es fundamental para visibilizar las consecuencias reales del cambio climático.  

Sumergidos por las deudas y amenazados con ser barridos por los devastadores impactos del calentamiento global, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) han señalado a los países ricos por su responsabilidad en la crisis climática y exigieron su apoyo.

Los PEID son países insulares pequeños que suelen tener las mismas dificultades en lo que se refiere a desarrollo sostenible, incluyendo el mantenimiento de pequeñas pero crecientes poblaciones, recursos limitados, aislamiento, vulnerabilidad a desastres naturales y a adversidades económicas, así como excesiva dependencia del comercio internacional y medios naturales frágiles.

En la actualidad, el Departamento de Economía y Asuntos Sociales de las Naciones Unidas ha hecho una lista de 52 pequeños países y estados en desarrollo. Estos están divididos en tres grandes regiones, el Caribe; Pacífico; África-Mediterráneo-Mar de China-Océano Índico.

Los PEID “están en la primera línea de una batalla contra una confluencia de crisis que no provocaron ni crearon ellos”, afirmó hace unos días el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne.

La principal de estas crisis: los desastres climáticos que se multiplican en un mundo que se acerca a un calentamiento de +1,5°C. Desastres de los que los PEID no son responsables. Desde sequías, inundaciones, huracanes y aumento del nivel del mar, el cual amenaza literalmente con borrar del mapa a algunos de ellos, como Kiribati, Maldivas, Vanuatu, Tuvalu, y las Islas Salomón.

“No podemos aceptar la desaparición de un país o de una cultura bajo el avance de las olas”, dijo recientemente el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayando que estas pequeñas islas no pueden luchar “solas” contra estos desafíos.

La primera reivindicación de los países insulares es una aceleración del accionar mundial en materia climática para frenar el calentamiento, del cual son las primeras víctimas, y un aumento del financiamiento en ese sector.

Según el PNUD, la activación de las medidas de adaptación para los impactos del calentamiento en esos 39 países requeriría entre 4.7 y 7.3 millones de dólares anuales.

“Su futuro es nuestro futuro. Nuestra tierra, nuestros océanos, nuestro planeta y, en última instancia, todos nosotros necesitamos acciones valientes y determinadas”, afirmó el rey Carlos III en un mensaje de video.